Corría julio del 2008 y los fanáticos de DC Comics sacaban el pecho, se frotaban las manos y les brillaban los ojos de puro orgullo. –“¡Que grande el Batman de Nolan!–”, proclamaban, mientras acudían en pelota y con camiseta negra a idolatrar a su paladín en los cines.
Tanta altivez no era gratis. En ese inolvidable y lluvioso mes, la compañía que abriga al Salón de la Justicia propinó el golpe más certero contra Marvel Comics y llevó a las películas de superhéroes a otro nivel.
Batman: el caballero de la noche se tituló aquel guantazo de campeonato. Se estrenaba el Everest de las cintas sobre paladines, la cúspide, la mejor.
Amarrada de su antecesora, –Batman inicia (2005)–, el estreno de la cinta se convirtió rápidamente en la más venerada de la trilogía de Christopher Nolan, causando las más sobresalientes críticas y una taquilla poderosa: más de $1.000 millones en todo el mundo.
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Fue un éxito sin precedentes, sin discusión alguna. Pero mucho más que buenos réditos para Warner Bros, dos Óscar de la Academia y miles de halagos para el genio de Nolan, lo clave es que la cinta se convirtió en una auténtica leyenda.
Un Batman oscuro y desadaptado –encarnado por Christian Bale–, más el Guasón (Joker) de Heath Ledger – convertido en la piedra angular del dramático thriller –, hicieron de este filme una joya inolvidable.
En esa línea Batman: el caballero oscuro dio un paso al frente en materia de cintas de superhéroes. Despojó al hombre murciélago de su envoltura para niños y jóvenes aventureros, para convertir su periplo en algo más “dark”, moralmente cuestionador y existencialmente más profundo.
Ya Batman no era un simple personaje de cómic.
Nolan iba a dejar una marca imborrable en el personaje llenando a Ciudad Gótica de una fascinante mezcla de policías negros, de antihéroes quebrados, femme fatales y agentes de la ley que luchan por no traspasar los límites.
“La crítica especializada coincide en señalar que la obra de Nolan es el mejor filme de superhéroes que se ha hecho nunca. Precisamente porque el británico no la trató como tal, sino como un drama criminal épico y urbano a la vez, donde la lucha entre el bien y el mal se debate en un contexto repleto de grises”, comentó al respecto la agencia EFE.
Un elenco de lujo, liderado por Bale y el gran Ledger –muerto por una sobredosis de medicamentos apenas unos meses antes de estrenarse la película–, terminaron por pulir y proyectar la puesta en escena.
El fino trabajo de Ledger, que fue condecorado con un Óscar póstumo a mejor actor secundario, no opacó la presencia de estrellas como Aaron Eckhart, Maggie Gyllenhaal, Gary Oldman , Michael Caine y Morgan Freeman, quienes terminaron de desatar la locura.
En ese fascinante contexto El caballero de la noche cuenta como Batman –enfundado en una crisis existencial–, tiene que ponerse el traje del murciélago para salvar a la ciudad de un peligro mayor.
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Se trata de El Guasón, “un psicópata retorcido y sádico, con una morbosa fascinación por todo lo que rodea a Batman. Pronto comenzará a sembrar el pánico y a causar estragos en Ciudad Gótica, convirtiéndose en el peor enemigo posible para El caballero oscuro”.
Tal choque de titanes, aderazado por una música colosal de James Newton Howard y Hans Zimmer, además de secuencias que se quedarán para siempre en la retina del público, terminaron por pulir el clásico.
¿El Guasón robando el banco? ¿Batman interrogando al terrorista? ó ¿la montaña de dinero ardiendo? Difícil saber cuál de estas escenas nos gusta más.
“En realidad toda la película está muy bien contada. La adaptación de un personaje del cómic al cine se da con una muy buena técnica, la cual conduce a la profundización del personaje central y a la de un villano muy complejo”, dijo Sergio Beeche, crítico de cine.
El origen.
En el 2005, Warner intentaba reflotar la franquicia de Batman en el cine. Luego del fracaso en taquilla de Batman y Robin en 1997, la productora había puesto a descansar al murciélago hasta que al público se le pasara el mal sabor.
Y ocho años después, una vez más, el personaje volvió al cine de la mano de Nolan, un realizador que sin tener demasiados filmes en su haber había demostrado con Memento, Following y Noches blancas un dominio notable del género policial.
Batman inicia fue un éxito inesperado y rápidamente Warner dio luz verde a una secuela.
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Al principio Nolan no quería tomar la brasa caliente de una secuela, pero se convenció cuando vio la posibilidad de dirigir a Batman hacia un nuevo lugar, uno más ligado con el odio que con el miedo. Esa decisión le permitió repensar al héroe de Ciudad Gótica desde una óptica totalmente renovada.
En una entrevista previa al estreno del filme, Nolan dijo: “A medida que leíamos más y más de sus historietas, surgían una ideas fascinantes sobre cómo la presencia de Batman era la que atraía a los criminales hacia Gótica, como si él fuera un imán para los lunáticos”.
“Y cuando manejás conceptos tan cuestionables como el de un hombre tomando la justicia en sus propias manos, realmente hay que preguntarse cómo puede terminar eso. Y eso es lo que hace del personaje alguien tan oscuro, porque él expresa un deseo de venganza”, agregó el cineasta.
Luego, a Nolan le vino el reto de convertir a Ciudad Gótica en un personaje más de la cinta y a encontrar un buen reemplazo para el personaje de Rachel Dawes, que Katie Holmes se había negado a repetir.
Al final, el personaje quedó en manos de Maggie Gyllenhaal, actriz que enriqueció el universo emocional de Rachel y la llevó con tino a un final inesperado. Todo bien, muy bien.
Por su parte, Bale se enfrentó al reto de no repetirse a sí mismo y de darle a Batman una nueva dimensión.
“Luego de leer Batman: Año Uno, de Frank Miller –un cómic que cuenta el origen de Batman en un registro más urbano–, me pregunté a mí mismo: –¿Cómo es que siempre este fue un personaje aburrido?”, explicó Bale en entrevistas previas.
“Todas esas historietas los describían de una manera mucho más fascinante. Y siento que eso lo ganamos con Batman inicia, pues lo hicimos un personaje con sustancia”, añadió.
Del trabajo de Heath Ledger no hay mucho que agregar. Fue tan perfecto y comprometido con su papel que para muchos le costó la vida. Horas y días, metiéndose vivencialmente en tan “jodido” y enigmático papel le habrían hecho caer en el uso desordenado de fármacos.
¿Y qué tal del trabajo de Aaron Eckhart? Pues crucial para el corazón de la cinta.
Como el fiscal Harvey Dent, el ‘caballero blanco’ de Ciudad Gótica se deja corromper por las manipulaciones de El Guasón, dejando la ciudad en una franca desolación.
“Es un villano interesante, el Dos Caras. Con él, Nolan enfrenta la dualidad de ese personaje: primero tiene un enfoque bueno y luego se da vuelta a la moneda. De esa manera vuelve Nolan a mostrar una complejidad de todos los personajes, no solo de Batman, sino de todos los villanos”, agregó Beeche.
Fue interesante, porque Nolan comprendió que la historia de Dent era nuclear para la película, casi tanto como la del propio Batman.
Así, entretejiendo cada historia particular, Nolan logró dar la campanada. Batman: el caballero de la noche se instauró en el gusto del público y no solo ganó dos estatuillas de la Academia, sino que logró la mayor cantidad de nominaciones para una cinta de este género: 8.
Además dio pie, como era de esperarse, a la cinta que cerraría la alabada saga de Nolan: Batman: el caballero de la noche asciende (2012). Otro ‘cintón’.
Más hay que decir que como El caballero de la noche no hubo otra cinta hasta la fecha. Ni toda la maquinaria Marvel, ni ningún otro intento de DC, han podido derribar su reinado.
La cinta “es un milagro” y bien lo dijo la revista española Fotogramas: “esos prodigios cuesta que se repitan”.
Algunos datos
Taquilla mundial: $1.066 millones.
Costo de produción: $185 millones.
Premios: Dos premios Óscar (mejor actor secundario y mejor montaje de sonido).
1 Globo de Oro (H. Ledger)
1 Bafta (H. Ledger)
Valoración Rotten Tomatoes: 94%
LA ESTRELLA
Heath Ledger tendría 39 años si estuviera vivo. Sin embargo no fue así, murió a los 28 en una de las partidas más sentidas de la escena fílmica internacional. Por una intoxicación con medicamentos recetados, el actor australiano falleció un 22 de enero del 2008, apenas unos meses antes de que su personaje de El Guasón impactara al mundo.
Complementos fílmicos
Las dos películas que, junto al Caballero de la noche, completan la trilogía de Christhoper Nolan.
BATMAN INICIA (2005)
Repasa los orígenes de Bruce Wayne como Batman, defensor del Bien en la conflictiva Ciudad Gótica. En la cinta enfrenta a dos villanos: Ra's al Ghul y el Espantapájaros.
EL CABALLERO DE LA NOCHE ASCIENDE (2012)
Bruce Wayne está en el exilio, pero la aparición en escena de Bane, un peligroso terrorista enmascarado lo obliga a regresar a Gótica. El mundo está en peligro.