Raúl Quintanilla Armijo, personaje principal de la muestra en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, presenta No tiene nombre, una exposición que cuenta la historia de Nicaragua y su relación dialógica con Costa Rica.
Adriana Collado, curadora de la exposición No tiene nombre, explicó, mediante un comunicado de prensa, que desde que empezaron a hablar de esta muestra hasta ahora, pasaron dos años. Todo marchaba con el orden deseado. “Luego llegó abril del 2018, y Nicaragua, una vez más, cambió de golpe y a golpes. Lo mismo le pasó a la exposición. El proyecto dio un giro para reflejar la nueva realidad y mucho se puso cuesta arriba”.
Quintanilla Armijo, artista, intelectual, editor y promotor, es conocido por ser crítico con la realidad de su país y Centroamérica.
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Según Collado, “el espacio y el momento estaban destinados para que él, siendo uno de los artistas contemporáneos de más peso y trayectoria de Nicaragua, compartiera con el mundo la visión de lo que ha ocurrido en su país, y abriera un espacio para que otros artistas también lo pudieran hacer”.
En No tiene nombre, el artista se acompaña de dos colectivos de los cuales también forma parte: Mácula y Somoto Blues Band (SBB).
Desde sus ojos
En las salas del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo se muestra la historia de Nicaragua y su relación dialógica con Costa Rica, contada en técnica mixta.
La exposición visibiliza el pensamiento del artista en varias facetas (repartidas en cuatro salas).
La información compartida por el MADC especifica que en la primera sala se presenta a Quintanilla en solitario con piezas que van desde los años 80 hasta la actualidad, en un retrato de la historia de Nicaragua frente al espejo de Costa Rica. “Una relación tan profunda y pasional, como la de cualquier otra pareja de hermanos”.
En la segunda sala, una alfombra roja mostrará cientos de nombres escritos en negro: “los caídos en el Frente Sur durante la Revolución Sandinista”. En este recinto también se se escucharán los nombres de las víctimas de las protestas del 2018, según el MADC.
En las salas tres y cuatro, respectivamente, se observa el aporte de Quintanilla como intelectual y documentalista de primera mano de la historia del arte contemporáneo en Nicaragua; y aparece como promotor, reuniendo allí al colectivo Mácula, integrado por Federico Alvarado, Alfredo Caballero, Aida Castillo, Alejandro de la Guerra, Miguel Díaz, Milena García, Claudia Gordillo y Darling López.
Según Fiorella Resenterra, directora del MADC, cada año en el museo revisan la obra de un artista de gran trayectoria que haya tenido un impacto significativo en la región centroamericana.
“Este año le tocó el turno a Nicaragua. El gran interés del MADC por Quintanilla, reside, no solamente en su producción de obras, sino también en su encomiable labor como editor; centenares de documentos de incalculable valor producidos desde sus trincheras, contenidos sagaces y filosos que ahora son testigos de varias décadas convulsas de nuestros territorios”, indicó.
No tiene nombre se puede ver de martes a sábado, de 9:30 a. m. a 5 p. m., y está disponible hasta el 16 de noviembre de 2018.
La entrada tiene un costo de ¢1.500 para nacionales y residentes; extranjeros $3; estudiantes con carné, ¢1.000.
El MADC se ubica en el Centro Nacional de la Cultura (Cenac).