La directora teatral Roxana Ávila está completamente segura que si algo no le falta al montaje de la obra Eurídice es esfuerzo.
Desde febrero anterior, Ávila comenzó el proyecto Jóvenes Produciendo, un programa que pretende involucrar a destacados estudiantes de la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica en un proceso formal de producción teatral. Este montaje se ha realizado “sin un solo colón”, como dice Ávila, y con la tarea de desarrollar capacidades múltiples en los estudiantes dentro de la puesta en escena.
“Juan Carlos Calderón (el director de la escuela) quiso reunir a un grupo de estudiantes que no cuentan con nivel de producción para montar un espectáculo dirigido por un profesor de la escuela. La idea es preparar a estos estudiantes para lo que se viene”, afirma Ávila.
La docente se refiere al Encuentro Internacional de Escuelas Superiores de México que se efectuará del 7 al 14 de octubre. Además, este grupo también se presentará en el Primer Festival de Teatro Latinoamericano Universitario que tendrá lugar en la Ciudad de Panamá del 15 al 19 de octubre.
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“Desde hace meses venimos haciendo talleres, rifas y otro montón de actividades con el propósito de recaudar fondos. Hemos comenzado esta producción sin presupuesto pero la exigencia ha sido máxima, porque con estas funciones queremos conseguir el dinero para que los estudiantes compren su pasaje a México y puedan participar del evento que tanto hemos esperado”, dice.
Para la selección de estos estudiantes se fijaron ciertas exigencias: se eligieron a alumnos de tercer año de actuación, que hubiesen pasado el segundo año con notas superiores a 8.5 con mínimo 12 créditos. La propia Roxana Ávila miró a los alumnos en sus exámenes finales para la elección de la agrupación final.
Los estudiantes seleccionados para el elenco y funciones técnicas fueron Mercedes Gazel, Bruno Camacho, Alonso Chaves, Adolfo Gómez y Adriana Salazar.
Además, la asistencia de dirección y producción la realizó Ivonne Rosales, la escenografía se construyó en el curso impartido por Mariela Richmond, el diseño de vestuario es de Natalia Marino y Ker Chavaria, el diseño sonoro fue hecho por Luis Ernesto Solís y la música es firmada por el reconocido compositor Carlos Castro.
Junto a este grupo, Wilberth Arroyo y Victoria Salas aportaron el diseño de iluminación y títeres, respectivamente.
“Todo ha tenido un espíritu de grupo. Ha sido prácticamente una aproximación real a la escenografía, el diseño de sonido, iluminación, vestuario, asistencia de dirección, asistencia de producción... Este grupo ha hecho el trabajo de 30 personas porque hay una sensación de pertenencia”, señala Ávila.
“La experiencia completa ha sido muy hermosa. A mí no me pagan un cinco por esto. Yo lo hago porque me alimenta la capacidad de generar en ellos el espíritu por el cual entré al teatro, o sea, porque necesito decir algo. Uno encuentra algo que lo mueve desde adentro”, agrega.
La leyenda desde otros ojos
Tampoco fue tarea sencilla para Ávila encontrar la obra adecuada para estas circunstancias.
Tras leer 38 obras de teatro posibles para el proyecto, decidió decantarse por una de sus autoras contemporáneas favoritas: la estadounidense Sarah Ruhl.
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La obra que Ávila señaló fue Eurídice, creada en el 2003. El texto le da un giro a la mítica historia griega de Orfeo en la que el protagonista desciende al inframundo para buscar a su amada esposa Eurídice, quien murió trágicamente.
En esta versión, Sarah Ruhl le da la voz cantante de la obra a la difunta, y crea una historia inédita sobre la relación entre Eurídice y su padre.
“Yo misma hice la traducción del texto y el libreto se mantiene prácticamente intacto. El único cambio es que lo traduje en voseo y, en vez de desarrollarse en los años 50 en Estados Unidos, sucede en los 50 pero de Costa Rica, lo cual nos ayudó a no tener que recurrir a un vestuario tan complicado y oneroso”, afirma Ávila.
La temporada de Eurídice se realizará en el Teatro Universitario, ubicado 100 metros al este de la Librería Universitaria en la Avenida de la Cultura en San Pedro.
Las funciones se darán del 16 de agosto al 9 de setiembre, de jueves a sábado a las 8 p. m. y los domingos a las 6 p. m.
Las entradas generales cuestan ¢6.000 y los tiquetes para estudiantes con carné y ciudadanos de oro valen ¢4.000.
Para reservaciones, puede llamar al teléfono 2511-6722.
Además, Ávila señala que empresas o fundaciones interesadas en recibir una función particular también pueden contactarse a ese número para coordinar un espectáculo privado.