La costarricense Victoria Arrea no titubea cuando se le pregunta cuándo fue ese momento exacto en el que baile y ella serían uno solo: “Desde que tengo uso de razón sabía que esto era a lo que quería dedicarme”.
Su historia podría ser el resultado de la suerte o el destino, pero los logros alcanzados con apenas 21 años, justifican que todo se ha tratado de la pasión y el esfuerzo del día a día.
Esta joven, quien actualmente forma parte de la Compañía del Washington Ballet, cumplirá su sueño de poder bailar en su país natal, gracias al espectáculo El lago de los cisnes, que se presentará del 9 al 11 de noviembre en el Teatro Nacional.
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El montaje, cuyas entradas están disponibles en www.eticket.cr, será la primera gala oficial de la Compañía Ballet Nacional de Costa Rica, tendrá como protagonista a Arrea en el rol Odette-Odile. Precisamente, la bailarina conversó con Viva sobre este reto y la oportunidad de bailar en un escenario tan importante para ella.
¿Cómo se dio la oportunidad de formar parte de la primera gala oficial de la Compañía Ballet Nacional de Costa Rica?
Recibí la llamada de Viviana Clare, Pedro Boza y Annia Rosales, quienes me invitaron a ser parte del proyecto porque deseaban que fuera parte de El lago de los cisnes en papel principal. Para mí fue un gran honor que ellos me llamaran para un rol tan importante y aquí estoy.
Esta será la primera vez que se presente en Costa Rica. ¿Qué significa esto para usted?
Para mí es una gran oportunidad el presentarme en Costa Rica y con dos personajes tan relevantes como lo son el cisne blanco y el cisne negro, porque es un gran reto. Además, El lago de los cisnes está dentro de la lista de los seis ballets clásicos más importantes del mundo, así que es un logro muy especial. Es la primera vez que haré un rol principal y es algo que me va a ayudar a crecer como bailarina, así que estoy muy agradecida con la Compañía Ballet Nacional de Costa Rica por darme la oportunidad de bailar en un escenario tan importante como lo es el Teatro Nacional.
Ha dicho que interpretar estos dos personajes es un gran reto. ¿Cómo se prepara para ello?
En los pocos tiempos libres, mi pareja de baile, Jean Carlos Pérez, y yo ensayamos El lago de los cisnes, además de que hemos tenido la ayuda y el acompañamiento del staff artístico de la Compañía del Washington Ballet, así que eso lo valoro mucho. Para mí esto ha sido superretador, porque son personajes opuestos.
¿De qué forma se maneja entre estos dos personajes que le exigen tanto a nivel emocional?
Uno cuando está bailando tiene en mente la historia del ballet, así que lo que se busca es convertirse en el personaje que se interpreta y hacerlo lo mejor posible. El cisne blanco supertímido, mientras que el negro es más intenso y con mayor personalidad. Ha sido retador hacer estos dos personajes, pero he recibido mucha ayuda.
¿Esperaba que su primer protagónico fuera con este clásico?
(Ríe) La verdad es que uno nunca sabe cuál será el papel que le toque, pero lo que sí es cierto es que estoy muy feliz con el hecho de que mi debut sea con El lago de los cisnes, porque es uno de mis favoritos. Es fuerte porque tiene estos dos personajes, pero nos estamos preparando para asumirlo.
Se fue a estudiar ballet a Nueva York cuando tenía 14 años. Ahora que tiene la oportunidad de regresar por una temporada, ¿siente alguna evolución en el ballet de Costa Rica?
Es cierto. Han pasado siete años desde que me fui de Costa Rica y ahora que tengo la oportunidad de regresar puedo ser parte de su propia compañía. Yo veo un gran crecimiento en el ballet de nuestro país, a pesar de que no he tenido la oportunidad de bailar mucho con ellos. La creación de la compañía es una muestra del talento que hay en Costa Rica y en donde los nuevos bailarines pueden aspirar a desarrollarse.
Inició a los nueve años bailando jazz. ¿Cómo fue esa transición hacia el ballet clásico?
Tienes razón. Comencé bailando al ritmo de jazz cuando tenía nueve años y a los 14 fui seleccionada para recibir una beca completa para estudiar ballet clásico. Recuerdo que, en un inicio, pasaba muchísimas horas aprendiendo la técnica y desarrollándola. El ballet es la base que uno necesita para ser tan versátil en el baile y eso es maravilloso.