Ítalo Marenco y Marcela Negrini se unieron al peregrinaje de miles de costarricenses hacia la Basílica de Cartago, santuario en el que piden y agradecen a la Virgen de los Ángeles.

Esta vez el presentador de Giros y la modelo, cada uno por su lado, caminaron para pedir por otros. En el caso de Marenco, su caminata fue en nombre de todas las madres de los niños del Hospital Nacional de Niños, quienes no pueden acercarse a la Basílica y rogar por un milagro.

Ítalo Marenco tiene un vínculo muy especial con las mamás y sus pequeños hospitalizados desde que fue presentador del desaparecido programa de Repretel, Combate. A partir de ese momento él visita una vez al mes a los niños internados. La idea de caminar en nombre de ellos fue suya.

“Me di cuenta de que muchas mamás tenían muchas peticiones. Yo les dije que las iba a llevar ante la Virgen de los Ángeles. Yo me puse una camiseta en la que ellas me escribían las peticiones, o los chiquitos me las contaban y si no sabían escribir me ponían una cosa representativa en la camisa como una carita feliz o un corazón. Eran casi 800 peticiones y le llevé la camiseta a la Negrita por todos los niños que no pueden”, contó Marenco.

Con la frase “Yo camino por los que no pueden” estampada en su camisa, Ítalo salió de su casa en Curridabat hasta la Basílica el 29 de julio. La travesía le tomó tres horas y le acompañaron su suegro y cuñada. Su esposa Cindy Villalta, quien tiene seis meses de embarazo, irá después junto a él.

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“Es muy lindo hacerlo. Es como que Dios me toma para llevar peticiones de mamás que han pasado noches enteras al lado de sus hijos y quieren que se curen. Yo creo en la Virgencita y en esa buena vibra que se genera alrededor de la Romería (…). Que las mamás me contaran su historia y poder llevar sus peticiones me hizo sentir halagado: lo hice con toda la fe del mundo. Hacer Romería no es fácil. Son muchos kilómetros y hay gente que viene desde San Vito de Cotobrus, esa gente llega con pies despedazados, pero con corazón contento”, agregó el actor.

En el trayecto Ítalo aprovechó para pedir por la salud para la familia y también agradeció por su hija Irene, quien nacerá en tres meses.

85 kilómetros por agradecimiento

La modelo orotinense Marcela Negrini hace la Romería desde que tiene memoria. La tradición se la heredó su ya fallecida abuela, Oliva Arguedas.

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Siempre caminó desde Orotina hasta Cartago. Un transcurso de 85 kilómetros que le tomaba entre 20 y 22 horas andando. Este año la hizo desde San José, una lesión en la pierna hizo que su doctor le pidiera no excederse tanto. La fe y el agradecimiento, por un milagro cumplido, fueron los mismos.

“Yo más que pedir lo que hago es agradecer por todas las cosas que Dios me da y por todas las cosas que en su momento me ha cumplido. Hay un milagro que le agradezco a la Virgencita: hace dos años mi sobrina tenía tres años y se tragó una batería de esas pequeñas y redondas, eso provocó que se le quemara la garganta por dentro y que los ácidos llegaran hasta su esófago. Las consecuencias podían ser muy graves.

"Yo se la prometí (a la sobrina) a la Virgencita y ella me hizo milagro de curarla y no se perforó el estómago. Ella estuvo dos días con la batería. Hay niños que llegan con dos horas de tragada la batería y llegan con todo destrozado por dentro. Bendito Dios ella está superbién”, recalcó.

El agradecimiento de Marcela es tan grande como su devoción. Durante sus lapsos de silencio en la caminata, ella pide por la salud, el trabajo y la familia. Este año caminó junto a sus hermanos Vanessa y Ancelmo y con su mejor amigo de quien no dijo su nombre.

“Yo no solo visitó a la Negrita en este tiempo. Siempre voy a agradecer. Si tengo sentimiento o preocupación me voy para donde la Virgencita, ahí oro un rato y me deshago. Trato de estarla visitando. Mi abuelita me la inculcó. Era muy devota. Yo desde pequeñita soy devota y le tengo respeto y admiración a la Virgen”, agregó la modelo.

Por la salud de su esposo

La expresidenta de la República, Laura Chinchilla hará la Romería como es su costumbre. Esta vez con una petición especial: que el proceso de enfermedad de alzheimer que enfrenta su marido, José María Rico, no sea tan traumatizante para él.

“La lista de temas que me mueven a caminar hacia la Basílica es amplia, pero en esta ocasión pediré por la salud de gente querida que atraviesa momentos difíciles y muy especialmente por la salud de mi marido, para que podamos llevar el proceso con cariño y el menor trauma posible para él”, dijo Chinchilla.

Doña Laura caminará hasta la Basílica de los Ángeles durante la tarde del 1.° de agosto. En su trayecto aprovechará para agradecer por su hijo José María, quien recientemente culminó sus estudios universitarios.

“También es una ocasión para agradecerle la culminación de una importante etapa en la vida de nuestro hijo, José María quien se graduó recientemente e inicia su carrera profesional lejos de nuestra casa pero muy cerquita de nuestros corazones”, contó la exmandataria.

En febrero, la mandataria dio a conocer mediante su Instagram que su esposo había sido diagnosticado con Alzheimer.