Era necesario tener todos los sentidos alertas, principalmente el oído y la vista. Lo que estaba por presenciar era algo monumental, tanto por el artista, como por el espectáculo y el recinto en donde estaba.
El 12 de diciembre el tenor italiano Andrea Bocelli ofreció un espectacular concierto en el Madison Square Garden, de la ciudad de Nueva York. Esa noche el intérprete, considerado el tenor más amado por sus seguidores, entregó el alma durante más de dos horas de recital.
El Madison lleno en su totalidad (más de 20.000 personas, según su capacidad para conciertos) se rindió ante la avalancha de emociones que provocó la voz del cantante de 60 años que hizo un recorrido por icónicas obras líricas, otras tradicionales y, por supuesto, temas de corte más popular, una firma que lo ha convertido en el representante por excelencia del género crossover que une a estos mundos.
Acompañado por la New York Philharmonic Orchestra y el New York Choral Society, Bocelli aprovechó también para cantar en directo un par de temas de su nueva producción discográfica titulada Sì, un álbum de piezas inéditas por el cual su público ha esperado más de 14 años.
Fue una velada perfecta hasta provocar las lágrimas por la intensidad del show. Las miles de personas que abarrotaron el Madison, quedaron encantadas por el talento del italiano y se dejaron llevar por el sube y baja de emociones que provocó el recorrido musical que fue intenso, alegre, dulce y hasta dramático en algunos pasajes.
El tenor acostumbra a que sus presentaciones estén llenas de sorpresas y esa noche en el Madison no fue la excepción a la regla, no solo por la amplia lista de canciones, sino porque se apoyó en varios invitados que le dieron al espectáculo un tono mucho más especial.
La soprano Nadine Sierra, la violinista Caroline Campbell, la cantante Nicole Scherzinger, su hijo Matteo Bocelli y el coro de niños Voices of Haiti, llevaron al recital a un nivel superior. No solo Andrea fue protagonista, cada invitado tuvo momentos de gloria durante la noche, ya fuera acompañando al tenor o en sus presentaciones en solitario, como fue el caso de las cantantes y la violinista.
La noche de ese miércoles, el famoso recinto –que alberga también a grandes eventos deportivos– fue cautivado por la solemnidad de arias de importantes óperas como Pour mon âme (de La fille du régiment), Libiamo ne' lieti calici (La traviata) y O soave fanciulla (La Bohème); incluso, uno de los momentos más emocionantes de la velada fue cuando sonaron los primeros acordes de la reconocida La donna è mobile (Rigoletto); ahí las miles de personas en el Madison se fundieron en un impactante aplauso en cuanto sonaron los primeros acordes de la pieza que es una de las más famosas de la lírica universal.
Los invitados de Bocelli lo acompañaron en escenario en diferentes momentos. La joven Nadine Sierra mostró sus dotes cuando cantó junto a Andrea O soave fanciulla y Libiamo ne' lieti calici, pero también tomó protagonismo en otro de los puntos altos del recital, cuando al cierre cantaron a dúo Con te partirò, tal vez la pieza más famosa del tenor.
Versatilidad
Hubo espacio para temas tradicionales que son parte importante de la cultura humana. Así sonaron la napolitana Funiculì Funiculà y, aprovechando la fría época navideña en Nueva York, también interpretó el villancico Adeste Fideles acompañado por la talentosa Caroline Campbell.
En este apartado se llevó a cabo el momento más conmovedor de la noche y eso es ya mucho decir. Bocelli tenía preparada otra gran sorpresa, tomó unos momentos para conversar con el público y presentar el siguiente número. “Este es un momento muy especial y emotivo porque tengo pequeños invitados que son parte de mi corazón y tienen hermosas voces”, dijo visiblemente emocionado; acto seguido un grupo de niños subió al escenario, era el coro Voices of Haiti.
Espectacular y conmovedor son los dos adjetivos más adecuados para describir ese momento, cuando el experimentado tenor se apoyó en los felices pequeños para cantar Ave Maria. La ovación de pie por parte del público no se hizo esperar, aquello fue realmente hermoso y enternecedor.
Pero las emociones seguían y seguían con más protagonistas. Cuando Bocelli decidió que era el espacio para la sección pop del concierto fue la cantante Nicole Scherzinger quien con su potencia escénica encantó con la versión que ambos le dieron a The Prayer; por último, pero no menos importante, el orgullo embargó a Andrea cuando su hijo Matteo subió para que juntos presentaran Fall on Me, pieza que es parte del disco Sì, donde el italiano presentó otras colaboraciones.
Bocelli parecía no querer irse del Madison, el público tampoco lo dejaba retirarse. Hizo el amague para salir en tres ocasiones, pero la ovación y los aplausos no se lo permitían. Se despidió tres veces y volvió a escena para complacer a sus seguidores.
Fue una noche mágica, cargada de emociones donde el frío neoyorquino no importó porque dentro del Madison solo hubo calor humano provocado por el amor y el talento del italiano.
El disco
La producción que salió a la venta a finales de febrero de este año es el primer disco que ubica Andrea Bocelli en la posición número uno de lista Billboard 200 de la revista especializada. Otro gran detalle a destacar es que Bocelli es el primer artista clásico en obtener el primer puesto en la lista Artist 100 de dicha publicación.
Pasaron 14 años para que el tenor publicara un disco con canciones inéditas y la respuesta de su público no se hizo esperar, eso se refleja en los alcances en Billboard.
Para esta edición de música pop, Bocelli echó mano de compañeros en diferentes piezas. Así es como se desprenden los sencillos Amo Soltanto Te, junto a Ed Sheeran y con letra de Tiziano Ferro (segunda colaboración con el inglés); We Will Meet Once Again, con Josh Groban; Ave Maria Pietas, con la soprano clásica Aida Garifullina e If Only, con Dua Lipa (letra que estuvo a cargo de Francesco Sartori y Lucio Quarantotto, escritores de Con tepartirò).
A esta lista de invitados se suma el dueto con su hijo Matteo (de 21 años) en Fall On Me, cuyo video en YouTube supera las 31 millones de visitas.
Este tema aparece en los créditos finales de The Nutcracker and the Four Realms, la nueva película de Disney protagonizada por Keira Knightley, Mackenzie Foy, Helen Mirren y Morgan Freeman.
La versión sencilla del disco tiene 12 canciones mientras que la deluxe cuenta con otros 12 bonus track, esta está disponible en la plataforma Spotify.
Además del estreno de su disco, Bocelli aprovechó el espectáculo en el Madison para recordar con imágenes la película The Music of Silence, que se estrenó a principio de este año. El filme está basado en el libro biográfico que escribió Bocelli en 1999.
Antes de su espectáculo, se proyectaron escenas de la película que narra la infancia, juventud y el ascenso a lo más alto de la música internacional.
Album: Andrea Bocelli, Sì
1. Alas de libertad.
2. Amo Soltanto Te (Ed Sheeran).
3. Un’Anima.
4. Tú eres mi tesoro.
5. Gloria por la vida.
6. Ven a mí (Matteo Bocelli).
7. We Will Meet Once Again (Josh Groban).
8. Estoy Aquí.
9. Vértigo.
10. Vivo otra vez contigo.
11. Duerme duerme.
12. Ave Maria Pietas (Aida Garifullina).
13. If Only (Dua Lipa).
Disquera: Universal Music