Cuatro acordes le bastaron a Kurt Cobain para cambiar el mundo con Smells Like Teen Spirit y un par de canciones han sido suficientes para que Bad Bunny deje su propia huella.
Más allá de la música, el grunge marcó un quiebre social. Los hijos dejaron de escuchar la música de sus padres y de pronto tenían algo propio con qué identificarse, su propio estilo –franelas y cabellos largos– y sus propias canciones, que también sirvieron como banda sonora de una época.
A los progenitores no les gustaba sentir que sus retoños no crecerían para ser adultos responsables, claro está y era fácil echarle la culpa de todo esto a Cobain. Pero más allá de la música, la sociedad estaba cambiando.
Saltemos al año 2017, en que las palabras “trap latino” entraron como una onda tropical al continente.
Así como el reguetón causó polémicas décadas atrás, ahora el trap es el nuevo género señalado como vulgar y se volvió el tipo de música que por un lado incomoda a los padres y por otro emociona a los jóvenes.
Y al frente de todo esto, con unos anteojos blancos y redondos como los de Kurt Cobain, estaba Bad Bunny.
Con Soy Peor y sus colaboraciones Krippy Kush y Mayores, el puertorriqueño se colocó en el 2017 como el símbolo de esta revolución musical que llevaba unos diez años armándose, pero también como el símbolo de una generación.
Benito Antonio Martínez Ocasio, de 24 años, es ahora una superestrella del trap latino que dará su primer concierto en Costa Rica el 25 de noviembre.
“Él es un artista muy irreverente y eso es lo que hace que tenga tanto imán con sus fanáticos”, comentó Andrés Naftali, de Primo Entertainment, la productora que se encargará de traer al puertorriqueño.
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El concierto será en El Tajo del Parque Diversiones, en La Uruca. Según la productora los boletos estarán a la venta la semana después del Día de la Madre, es decir en algún punto después del lunes 20 de agosto.
El concierto tendrá como acto de apertura algunos DJ y bandas en vivo y se espera que unas 15.000 personas llenen El Tajo.
De cumplirse la proyección de los productores, Bad Bunny sería recibido por una audiencia tan grande como la que le ha recibido en Estados Unidos, Latinoamérica y la que está empezando a capturar en Europa.
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“En el 2016 yo trabajaba en un supermercado de bagger (empacando las compras). Este 2017 estoy en los Latin Grammy”, contó Bad Bunny en una entrevista con Molusco TV, en una entrevista en YouTube.
¿Cómo es que una sola figura tan polarizante puede reunir esa cantidad de personas en tan poco tiempo?
Un flow propio
Desde que tiene memoria, Bad Bunny ha cantado. No importaba si era una salsa puertorriqueña, el himno de su país, o algún tema de pop.
Imitaba las voces o trataba de formar parte del coro y aún no tenía su característico tono grave, el sello que le da a todas sus canciones o colaboraciones.
Él sabe que su voz es uno de sus atributos más importantes. “Se me hizo difícil encontrarla”, dijo a MosluscoTV.
“Yo pienso que puedo hacer diferentes tipos de voces y cuando yo quería proyectar mi voz, pues no sabía (…) en el camino buscando mi estilo fue que fui perfeccionando este estilo y el flow que tengo ahora”, explicó en la misma entrevista.
Para lograr ese desarrollo Bad Bunny necesitaba que una figura con experiencia le ayudara a encontrar esa voz.
La leyenda es que DJ Luian, uno de los productores de reguetón más exitosos de Puerto Rico, vio un video en Snapchat de Bad Bunny rapeando y así fue como se interesó por el talento del joven Benito.
Luian es la cara más conocida de Mambo Kingz, una productora de música que hasta ahora solo tiene entre sus fichas a Bad Bunny.
“Los números que él hace no los tienen muchos artistas consolidados”, dijo Luian en una entrevista con el canal de YouTube Dembow Urban. “Es el primer artista que tenemos y escogimos al mejor”, sentenció.
Personaje
No es coincidencia que las redes sociales, el medio en el que Luian supo de Bad Bunny, fuera el medio por el que el fenómeno se creara.
Bad Bunny tiene todo lo que el público en redes ama: irreverencia, un ícono y una personalidad fuerte, un artista que entiende y disfruta de memes, uno que bien puede disfrutar del trap o de La Oreja de Van Gogh y claro, buenas canciones.
Hasta hace unas semanas, la cuenta en Twitter de Bad Bunny era un terreno lleno de todos estos elementos, desde fotos sin camisa o con las uñas pintadas, hasta mensajes de motivación para todos aquellos que creían que el dinero lo era todo.
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“El dinero está cabrón y huele rico, pero no es lo más importante”, escribió. Este y otros mensajes desaparecieron el 24 de julio cuando el cantante optó por borrar su cuenta.
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Después de reclamar que un local de uñas en España no quiso atenderlo, recibió una gran cantidad de reclamos e insultos que lo llevaron a darse de baja.
En otra ocasión le sugirió a las mujeres no rasurarse ningún vello del cuerpo y rechazar a los pretendientes que les exigieran depilarse.
Otros días nada más compartía fotos suyas con frases de su canción Estamos bien, un himno motivacional en el que celebra su ascenso en el mundo de la música. Bad Bunny no le tiene miedo a mostrarse sin filtros.
“Todo el tiempo sorprende y hace cosas fuera de lo normal y lo que sea fuera de lo normal a la gente le atrae. Su personaje artístico le da a la gente algo que no encontrás en la oferta musical”, manifestó Andrés Naftali de Primo Entertainment.
Así de polarizante es Bad Bunny y aún no hemos hablado de sus canciones.
Reflejo
Cuando se le preguntan sus influencias, Bad Bunny menciona sin dudarlo a figuras como Drake y Héctor Lavoe, 50 Cent y Celia Cruz o JAY-Z y Marc Anthony.
Su vida es reflejo de la de muchos jóvenes de Latinoamérica, quienes en las fiestas familiares bailaban salsa pero entre semana disfrutaban de las coreografías de los videos de MTV.
Así, entre sus influencias más directas están Young Jeezy –uno de los pioneros del trap en Estados Unidos– como Arcángel y Daddy Yankee, los puertorriqueños que probaron y lograron con éxito hacer trap latino con El pistolón (2007).
“Siempre he sido bien variado, la gente siempre me dice ‘¿pero por qué Marc Anthony si cantas trap?’, bueno porque él estaba (pegado) cuando yo era niño, pero (el trap) es la música de mi generación”, dijo a Billboard en una entrevista en video.
Bad Bunny usa su voz de trap para robarse el show en canciones de cualquier otro género.
Si hablamos de reguetón, tiene Mayores, el exitazo con Becky G; en la salsa tiene Mala y peligrosa con Víctor Manuelle; en el plano de la plancha tiene la cortavenas Amorfoda, en la que rapea solamente acompañado de un melancólico piano.
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Todas estas canciones cuentan por millones sus reproducciones en plataformas digitales y todas son coreadas con fuerza por los públicos que lo reciben.
Llevar el flow del trap a otros géneros significa muchas veces hablar de lo que que habla el trap: la vida de la calle, con sus excesos y otros momentos de alegría.
Sin un disco pero con unas dos decenas de colaboraciones exitosas, Bad Bunny es irreverente, quizá no tan directo como algunos de los traperos de Puerto Rico pero lo suficiente para incomodar.
“Yo te prometo un millón de aventuras / y en la cama te duro lo que él no dura”, le canta a Becky G en Mayores, una de las canciones por las que más se le ha criticado.
En una entrevista confesó que su verso tenía más dobles sentidos y que la gente de Becky G le pidió que le bajara el tono. “Y luego ella dice todas esas cosas, no sé por qué me pidieron eso”, dijo entre risas.
El argumento, como es usual, es que ese contenido no debería estar cerca de los oídos de los niños. Bad Bunny ha dicho varias veces que si alguien lo considera apropiado, tiene derecho y quien sea que disfrute de su música, también es bienvenido.
A finales de mayo, Bad Bunny subió al escenario a un niño a cantar su canción Tú no vive así, que tiene bastante lenguaje explícito y un ritmo que sin duda incomodaría a los mayores de la casa.
Luego, el cantante compartió el video de lo sucedido con una frase potente, una que deja que muestra cómo Bad Bunny es mucho más que los cuentos que se dicen de él.
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“Buen padre no es aquel que le prohibe escuchar a sus hijos la música de hoy. Buen padre es aquel que sin importar la música que escuche su hijo, lo educa para que este crezca siendo una persona de bien”, señaló.
“¿Quien tiene corazón para negarle este momento a este niño?”, finalizó.