El cuarteto colombiano Morat se presentó la noche de este domingo a casa llena en el Anfiteatro Coca-Cola de Parque Viva.
Aunque aún no son conocidos por el grueso del público costarricense, el hecho de que el aforo estuviera agotado desde muchos días antes era una buena señal de lo que se viviría este fin de semana en Alajuela.
Con su segundo álbum Balas perdidas aún caliente en las tiendas de discos y distintas plataformas, los músicos lograron una conexión fuerte con el público tico que ama el romanticismo y despecho de sus letras.
A ellos los recibieron con pancartas de propuestas matrimoniales para los cuatro integrantes, globos multicolores y sobre todo gargantas que cantaron a más no poder, Morat entregó a cambio una noche que será difícil de borrar.
Estos son algunos de los momentos que ayudaron a crear una velada inolvidable:
1- La fuerza de sus letras. ″Te hacen falta tantas noches en vela. No se aprende a amar ni se olvida por suerte. Porque en el amor pasa igual que en la guerra, unas se ganan y otras se pierden" o “Después de un año ves que sigues con vida, pues nadie ha muerto al intentar olvidar y aunque su amor dejó una llama prendida estás a un beso de poderla apagar”, frases matadoras como estas dos de Otras se pierden, canción que abre su nuevo disco, son una de las razones principales del éxito de la banda y en el concierto de este domingo fue indiscutible ver cómo sus composiciones han calado en el corazón de la gente.
2- Si bien es cierto que ver al cuarteto Morat era el objetivo fundamental de casi todos los asistentes, para muchos fue una grata sorpresa descubrir el talento de Nabález, el cantante colombiano invitado de la noche, que cumplió a cabalidad con su tarea de calentar al público y logró una gran conexión con la gente, gracias a canciones como La correcta. Su presentación fue corta, pero la impresión que dejó fue muy grata. El músico incluso se sorprendió de que bastantes se sabían sus letras. Hay que tenerlo en la mira.
3- El amor brotó en cada ángulo del Anfiteatro Coca-Cola. Adonde se viera, era fácil ver a parejas abrazadas, cantando letra por letra cada una de las canciones cortavenas del grupo. Quien pensó que el concierto era una buena idea para una cita romántica, sin duda, acertó. Canciones como Besos en guerra, No se va, Mi nuevo vicio y Amor con hielo hicieron suspirar a los asistentes.
4- El poder de convocatoria de Morat quedó bien demostrado. No solo el concierto estaba agotado desde hace tiempo, pero además, el público que asistió era bastante variado. Aunque los adolescentes y jóvenes adultos eran mayoría, no era difícil ver a niños y a personas que ya peinan canas en el recinto. El amor no tiene edad.
5- El disco Balas perdidas se publicó apenas el 25 de octubre anterior, por lo que la presentación de este domingo 11 de noviembre en Parque Viva se convirtió en una de las primeras oportunidades de poder escuchar por primera vez en vivo algunas de las 12 canciones que forman parte de esta gran producción.
6- Terapia para el corazón. Eso fue lo que entregó Morat a su fanaticada. Una vez más, las letras de la banda despertaron un sinnúmero de emociones. No en vano, en Facebook pululan los grupos dedicados a rescatar lo mejor de las frases de sus canciones. Era fácil ver a amigos abrazados y gritando algunas estrofas a todo pulmón. Esos gritos llevaban dedicatoria... no hay duda.
7- Es un truco que hemos visto miles de veces, pero que nunca falla. Hacia el final de la velada, uno de los integrantes de Morat sacó una bandera de Costa Rica y la agitó para luego colocarse alrededor de su cuello mientras se acercaba el fin del show. El gesto desató la locura en Parque Viva.
8- Aunque al inicio del show, el diálogo entre los músicos y el público fue escaso, conforme avanzó la noche se logró una conexión envidiable. Los integrantes aprovecharon para contar algunas de las historias detrás de sus canciones, lo cual la gente agradeció, como la de aquella mujer perfecta que uno de ellos había conocido, pero que tenía un defecto: ya tenía novio. “Todos hemos pasado por eso” dijo uno de los Morat y los aplausos del público le dieron la razón. A continuación empezó a sonar Acuérdate de mí. O también estuvo la historia de cuando se sienten esas mariposas en el estómago gracias a esas personas que se toman el trabajo de robar un corazón. “Menos mal que existen esas personas, porque es peor nunca haber sufrido por amor. Es a estos ladrones y ladronas que uno termina escribiendo estas canciones”, dijeron antes de empezar a cantar Ladrona.
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9- La interpretación casi acústica de Punto y aparte, la cual calificaron como una de sus canciones más íntimas y que a su vez creó uno de los momentos más intensos del concierto. El tiempo parecía detenerse en el anfiteatro y los fans parecían hipnotizados por los acordes de la guitarra. De verdad que Morat hizo lo que quiso con el público y la gente no puso la más mínima resistencia. La entrega fue total. Igual los pusieron a bailar, a saltar, a gritar y suspirar. No hubo limites. Fue un gozo poderoso.
10- El balance entre las letras cargadas de sentimiento con ritmos de influencia latina probó ser un éxito y llevó a la gente por una montaña rusa de emociones. Desde los momentos más intensos como cuando sonó Yo no merezco volver, la cual han descrito como la canción más triste que han escrito, hasta el gran cierre con Como te atreves, un tema hecho para mover masas y que elevó a la locura a la audiencia para poner el punto final a una noche inolvidable.