La música de Marc Anthony jamás pasará de moda. La letra de sus canciones, su sabrosa salsa y la galanura que presume desde el escenario solo se consagran con los años.
Así lo demostró la noche de este sábado y así lo constataron las miles de personas que presenciaron el show que el boricua ofreció en el Estadio Nacional, un concierto que se realizó apenas año y tres meses después de su última presentación en el país.
Marc Anthony es dinamita desde que se asoma en el escenario. Su fórmula es la misma siempre, esa infalible con la que logra echarse al público en el bolsillo con su voz, su banda, su baile y sus incontables éxitos.
El comienzo
Al filo de las 8:30 p. m. Marc Anthony apareció frente a sus fans que se extasiaron solo con verlo. Valió la pena fue la pieza que eligió para la apertura del Legacy Tour, el espectáculo que trajo en esta oportunidad al país y con el que recorre actualmente Centro y Suramérica, Estados Unidos y su Puerto Rico amado.
Con su acostumbrado saco negro y pantalón de mezclilla azul oscuro, su camiseta blanca y sus lentes de sol, Marc repasaba las piezas que lo han hecho grande en sus casi 30 años de carrera artística, las mismas que lo han consagrado como rey de la salsa.
El coloso de La Sabana enardecía con una eufórica audiencia que se potenciaba cada vez que la banda del cantante cambiaba las notas para la siguiente canción.
Y hubo alguien fue parte de ese repertorio inicial, donde también estuvo la balada Hasta ayer.
Ahí se tomo unos minutos para saludar. “Buenas noches. Pura vida”, dijo. Posteriormente comenzó a coquetear con sus fans solo cubierto por una intensa luz blanca. “¿Cómo la están pasando?”, preguntó.
La respuesta fue ensordecedora. Hizo estragos con Flor pálida y Hasta ayer, esta vez interpretada a ritmo de salsa; y luego dio un respiro al festín que se propuso hacer en el Estadio Nacional.
Intensas baladas.
Los reflectores quedaron en tonos rosas y morados y cubierto con esas luces interpretó las baladas Abrázame muy fuerte, Ahora quien, Y cómo es él, que condujo con gran romance.
El momento fue sublime y marcó un descanso para lo que seguía: más baile.
Sonaron sus clásicos de siempre: Vivir lo nuestro, Palabras del alma, Si te vas, Qué precio tiene el cielo... Esas piezas que lo convirtieron en referencia de la música latina y que lo hicieron grande.
Para el cierre se guardó Te conozco bien, Mi gente, Tu amor me hace bien y Vivir mi vida, con la que culminó su presentación en el país siempre con la promesa de volver pronto. Marc Anthony se retiró del escenario definitivamente casi a las 10 p. m.
El puertorriqueño se consagró de esa manera como el rey de la salsa del público costarricense con un megaespectáculo que abrieron los hermanos Mau y Ricky Montaner (hijos del cantante Ricardo Montaner).
Los costarricenses Los Tenores también participaron como teloneros del espectáculo. El cuarteto fue halagado por el público durante los casi 30 minutos que estuvieron en escena. ¿El más piropeado? Joaquín Yglesias, por supuesto; luego del Marc Anthony que solo agigantó su legado... y su historia.