Este jueves 16 de agosto la Reina del Soul, Aretha Franklin, falleció a sus 76 años, tras estar varios días muy enferma, según habían informado medios de comunicación internacionales. La legendaria intérprete estuvo acompañada por sus familiares en el seno del hogar, así fue como quiso pasar sus últimos días tras haber sido diagnosticada con cáncer de páncreas5, en el 2010.
La voz de la 18 veces ganadora del premio Grammy, primera mujer en ser incluida en el Salón de la Fama del Rock, mejor cantante de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone y tantos otros logros más, se silenció, pero su legado nunca se apagará.
Solo un poco de respeto
Con un ritmo contagioso, una voz prodigiosa, un talento imparable y un sabor que cualquiera podría envidiar, pidiendo solo un poco de respeto por su calidad de mujer, de artista y de negra, así fue como irrumpió Aretha Franklin en el universo musical en 1967, aunque en su hoja de vida ya cosechaba nueve discos.
Durante el verano del amor, el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles o el nacimiento de Pink Floyd a cuestas, ese año escuchó también la reversión de Respect, canción que se hizo para que un hombre le pidiera respeto a su esposa al llegar a casa; pero que la energía de Aretha –en ese entonces de 24 años– se convirtió en un himno no solo para las mujeres, sino también para la comunidad afroamericana.
En febrero del 2017, Franklin anunció que se retiraría de los escenarios tras una carrera de más de 60 años conquistando no solo a Norteamérica, sino al mundo con el implacable paso de su voz interpretando soul, jazz, R&B, blues, góspel y rock 'n’roll. El adiós cantando, que no se sabía con claridad cómo iba a ser, no llegó porque la muerte se le adelantó.
Pensar en su memoria es sencillamente escuchar su música. Un legado que recorrió década tras década fue evidente, sobre todo al recordar que Franklin coló más de 100 canciones en las listas de Billboard (cabe destacar que entre las categorías más sonadas estuvieron diez temas en el ámbito pop y veinte en R&B).
Se sabía entonces que la oriunda de Detroit pasaría a la historia. Sus colegas tampoco pararon de aclamarla, tanto en reconocimientos como en tributos.
Por ejemplo, Franklin recibió 18 premios Grammys por sus grabaciones (además, fue reconocida con un Grammy honorífico por su tremenda carrera artística). Además, con la creación del Salón de la Fama del Rock and Roll en los 80, la poderosa cantante fue la primera mujer en la historia en entrar al codiciado salón.
Tanto sus amantes inmediatos como las generaciones venideras se regocijaron en el talento que su voz destellaba.
Por una parte, los mismos eventos políticos la mostraron como un estandarte del arte. Algunas recordadas presentaciones de Franklin ocurrieron en eventos como el funeral de Martin Luther King, así como en las tomas de posesión de tres presidentes: Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama.
Además, los músicos de generaciones posteriores le rendirían tributo en cientos de ocasiones.
Muchas reinterpretaciones de sus piezas calaron profundo gracias a artistas como Natalie Cole, Whitney Houston, Mariah Carey y Alicia Keys.
Con un universo rendido por su voz, Aretha Franklin fue elegida por la revista Rolling Stone en el 2010 como una de las 100 mejores cantantes en toda la historia.
La influencia de la vida, sensaciones al cantar
Aretha nació el 25 de marzo de 1942, en Memphis, Tennessee. Fue la hija del prominente predicador bautista C.L. Franklin y de Barbara Siggers Franklin.
Creció cantando gospel en la iglesia bautista de New Bethel, en Detroit, la que lideraba su padre, “un hombre carismático, a menudo cruel, que llenaba la casa con amigos artistas como Duke Ellington, Della Reese, Nat cole y Mahalia Jackson, además de una nube constante de amenazas y furia”, según explicó la revista New Yorker.
Franklin siempre fue muy reservada con su vida privada. Rara vez hacía menciones a ella, pero en sus canciones liberadoras canalizaba el dolor personal.
Sufrió la agotadora rutina de la fama y problemas desde la niñez. El reverendo había sido acusado de bebedor y agresor, además tuvo dos hijos fuera del matrimonio lo que motivó a Barbara a abandonar a la familia, según replica el diario El País de España.
A los 12 años, Aretha quedó embarazada de un amigo de su escuela y a los 15 ya había tenido su segundo hijo con otro hombre.
Se casó en 1961(cuando tenía 19 años) con su mánager, Ted White quien dicen que fue sumamente violento con ella, y se cree ampliamente que sus peleas inspiraron su interpretación de varias canciones, incluyendo (Sweet Sweet Baby) Since You’ve Been Gone, Think y su desgarradora balada de desesperación, Ain’t No Way. Ocho años después se separó de Ted.
Su tercer matrimonio fue con el actor Glynn Turman del cual se divorció rápidamente y tuvo su cuarto hijo.
A menudo estaba en líos mientras luchaba con su sobrepeso, problemas familiares, apuros financieros y alcoholismo.
Ícono feminista y de la cultura negra
Sus dones, naturales y adquiridos, eran su mezzosoprano con rango de cuatro octavas, su pasión por el gospel y un entrenamiento digno de la hija de un predicador.
Pero más allá de su talento, Aretha se convirtió con el paso de los años en un ícono de la igualdad para las mujeres y los negros.
La canción Respect definitivamente fue la que marcó la pauta, porque sin cambiar nada de la letra del tema, Aretha la convirtió de una pieza machista a todo un himno de igualdad para mujeres y afroamericanos.
En su versión grabada en el día de San Valentín de 1967 en Nueva York, elimina ese esquema tradicional, colocando las palabras en la boca de una mujer fuerte y dinámica. Además añadió un coro dinámico, a manos de sus hermanas Erma y Carolyn, y algunas expresiones, como ese Sock it to me algo provocador, que puede traducirse como “Muéstrame de qué eres capaz”.
Otras cantantes la veneraban por su eminencia y líderes políticos y cívicos la trataban como una colega. El reverendo Martin Luther King Jr. le hizo entrega de su primer disco de oro, y Franklin cantó en el funeral del líder de los derechos civiles en 1968.
Como creció en Detroit, cuna de la cultura negra en Estados Unidos, su interés por el activismo y los derechos civiles le llegaron no solo por su comunidad, sino también por intervención de Luther King, quien era amigo de la familia.
Sus mejores canciones
¿Cómo recordar a Aretha Franklin? La mejor forma es escucharla, saborearla, bailarla y cantarla. Así que desde estas páginas le hacemos un homenaje a su vida y a su huella imborrable con algunas de las canciones más importantes de su vida, explicando el por qué de su grandeza.
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Respect
Escrita y grabada por Otis Redding en 1965, fue Aretha quien la convirtió en un himno del feminismo. En su versión, que se convirtió en una de las canciones más aclamadas de todos los tiempos, Aretha se acompañó en los coros por sus hermanas Carolyn y Erma; además de que se le agregó el característico deletreo de la palabra respeto, que le dio más personalidad.
(You make me feel like) A Natural Woman
A pedido de la disquera Atlantic, los compositores Carole King y Jerry Goffin escribieron esta canción para Aretha. Con esta pieza, Aretha hizo llorar al presidente Barack Obama durante su presentación en la gala de los premios Kennedy, del 2015.
Chain of Fools
Habla del empoderamiento de la mujer para liberarse de las cadenas que la tienen atadas a un hombre. Ganó el premio Grammy como mejor interpretación R&B, también fue incluida en el Grammy Hall of Fame Award.
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Think
Sencillo del álbum Aretha Now (1968) con el que demostraría que su estela era más grande que la del año anterior. Otro himno feminista que pide libertad, trato igualitario y una erradicación a la violencia, obra de su propia mano.
(Sweet Sweet Baby) Since You’ve Been Gone
Demostrando de nuevo su calidad como compositora, Aretha escribió esta canción junto a su esposo Ted White, en la que habla de un despecho romántico llevando este sentimiento a otro nivel impostándole su sabor característico. Destaca el solo de piano que la propia Franklin interpreta (la artista fue autodidacta del piano).
I Say a Little Prayer
Original de Burt Bacaharach y Hal David en 1967, pero Aretha la hizo suya cuando la interpretó con sus hermanas a manera de broma previo a grabar el disco Aretha Now, todos en el estudio quedaron sorprendidos y decidieron incluirla en la cara B del álbum.