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Gustavo Peláez hizo “méritos” para ser de los primeros en despedirse de la quinta temporada de la adaptación tica de Dancing with the Stars: en los programas iniciales demostró que el baile estaba bastante lejos de ser lo suyo. Todo lo anterior hace aún más sorprendente (por no decir titánico) el “10” que uno de los jueces otorgó al locutor y comediante en la gala de este domingo 7 de setiembre.
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Lo de Peláez, más que un regreso es casi una resurrección.
La competencia de Teletica de baile de salón entre famosos (o conocidos, usted decide) tuvo el pasado fin de semana uno de sus especiales más esperados: el de temática infantil. La mayoría de las presentaciones se inspiraron en música, vestuario, maquillaje, escenografía y caracterización de largometrajes animados de Disney, y algunos de DreamWorks. Sobre esto, se agradece el esfuerzo de la producción por incorporar material fresco y aún vigente de estrenos relativamente recientes, como Coco, Moana, Frozen, Trolls y Río 2, así como el pago de las respectivas licencias (que no son nada baratas, vale anotar).
La edición infantil de los programas de Teletica Formatos siempre es de las más gustadas y el cuidado en los detalles es de aplauso. Ayer estuve presente en el estudio Marco Picado durante el desarrollo del programa, lo que facilitó apreciar el cronometrado ejercicio de producción detrás de cámaras: gente aprovechando cada corte o cambio de cámara para entrar corriendo a acomodar escenografías y salir de cuadro justo un segundo antes de ser atrapados por el lente. Difícilmente hay en la actualidad una producción en vivo en la televisión nacional con el grado de complejidad de DWTS.
Volviendo al caso de Peláez, vale la pena deternernos un momento. Con el locutor sucede algo interesante, pues su perfil dentro del programa ha ido cambiando a medida que las calificaciones que le asignan los jueces mejoran. En las primera tres semanas, cuando fue severamente criticado por su deficiente desempeño en la pista, Peláez fue usualmente el competidor ‘polémico’, que incluso se enfracaba en pequeñas disputas con el jurado. Sin embargo, en las últimas dos semanas sus notas han subido sustancialmente y el colombiano está mucho más alineado en sus declaraciones, sin polemizar.
Este domingo los productores reservaron la presentación de Peláez para el cierre, justo después de las tres favoritas (Keyla Sánchez, Johanna Solano y Viviana Calderón). Si bien la coreografía asignada a él, basada en Piratas del Caribe, fue la del montaje más elaborado de la noche (pólvora incluida), lo cual explicaría que se le dejara de última, lo cierto es que guardar su número para el bloque “ganador” habla del cambio de viento a favor del comediante dentro del programa.
El resurgir de Peláez en la competencia llegó a tal punto que fue el primer concursante fuera de las tres favoritas mencionadas antes en obtener una nota de 10, esta de parte de Alex Costa, el más ‘fácil’ de los jueces. Costa -como él mismo admite- es el menos técnico de los evaluadores y por eso el más mano suelta para dar notas máximas a partir de valoraciones más emocionales: para él ya casi es costumbre el darle 10 a Keyla, Johanna y Viviana.
Costa estimó que la presentación de Peláez y la bailarina Yessenia Reyes fue perfecta en virtud de sus elementos teatrales (que fueron muchos y bien logrados), a diferencia de su compañero de panel David Martínez, quien señaló que la técnica de tango de la pareja no estuvo bien ejecutada. Aún así, y en lo que parece una contradicción, Martínez otorgó a Peláez el punto extra que reparte al final de cada programa, aduciendo que una de las secuencias de tango fue lo mejor de la noche (¿?).
Explicar las causas del resurgir de Peláez es tema para debate. Aún así, parece que el también presentador televisivo difícilmente alcanzará un nivel técnico capaz de poner en peligro las cómodas ventajas de Sánchez, Solano y Calderón. Semana a semana, las tres figuras de la pantalla chica ratifican que son las mejores bailarinas entre los famosos y ya se volvió un patrón casi predecible que Solano sea la que se imponga al final de la noche, siempre por un punto de diferencia sobre las otras dos.
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Mientras que en la cima de la calificación hay poco espacio para las sorpresas, en el fondo de la tabla tampoco hay grandes misterios por resolver. Tras la partida de don Wesley Vargas, todo apunta a que la siguiente expusada será la boxeadora Yokasta Valle. La pugilista no ve una con los jueces y, al igual que Vargas, carece de una base de apoyo popular considerable. Por ahora, tiene comprados todos los números no solo para estar en la nominación del próximo programa, sino también para ser la menos favorecida por el voto del público en un eventual duelo.
Por encima de ella, Jecsinior Jara, Amanda Moncada y Óscar López son los otros posibles nominados a irse pronto, mientras que el actor Pablo Rodríguez finalmente ve algo de luz y sus calificaciones mejoran. Mantener a Pablo en competencia parece casi algo de lógica, pues su relación sentimental con Viviana Calderón es uno de los ganchos de la presente temporada y no tiene mayor sentido cortar tan pronto los contenidos que su noviazgo genera.
En cuanto a Óscar López, el exdiputado finalmente dejó ver la personalidad que todo el país le conoce. López salió de frente a las críticas que le hizo la jueza Flor Urbina y las rechazó de plano aduciendo que ella le pide imposibles en consideración de la discapacidad visual del político. López se mostró molesto, encarador y alzó la voz, con el mismo talante que tanta polémica le deparó por sus encendidas intervenciones en el plenario legislativo. Está por verse si el episodio fue temporal o si efectivamente ya quedó atrás el Óscar López tranquilo de las primeras semanas y el programa deberá ahora lidiar con su versión más a la defensiva.
En notas al margen, el programa ayer incluyó una competencia infantil paralela, en la que parejas de niños se presentan en el escenario pero su avance a las siguientes rondas depende solo de votos en Facebook. Sería interesante que para futuras ediciones la producción cruce estos espacios con programas de baile de, por ejemplo, instituciones educativas, pues sabido es que en las competencias organizadas por el Ministerio de Educación hay muchos bailarines jóvenes deseosos de mejores plataformas para mostrar sus talentos.
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Finalmente, DWTS vio el regreso, por una noche, del presentador Víctor Carvajal, ganador de la temporada anterior. Carvajal participó de una ingeniosa coreografía ambientada en el videojuego de Mario Bros. (buenísima la pieza musical), y soltó la mejor frase de la noche, cuando enfrentado a las simbólicas calificaciones de los jueces, dijo: “Para lo que me importan”.
