Inspirada en hechos y personajes reales, Narcos no es una serie que cause sorpresa sobre sus posibles desenlaces: todo es historia conocida. Así, en sus primeras temporadas el público ya sabía de antemano que Pablo Escobar eventualmente moriría a manos de sus perseguidores, y lo mismo sucede con Narcos: México, su serie hermana recién estrenada por Netflix y en la que varios de los personajes tienen un desenlace tan trágico como documentado.
A nadie debería tomar por sorpresa el saber que el agente antidrogas estadounidense Enrique Kiki Camarena –uno de los protagonistas de la serie– no saldrá vivo de la temporada, pues justo es su asesinato en 1985, a manos del Cartel de Guadalajara, uno de los puntos medulares en la historia del enfrentamiento entre narcotraficantes y autoridades a ambos lados de la sangrienta frontera mexico-estadounidense.
Tampoco debería causar asombro enterarse, por medio de la serie, que el capo mexicano Rafael Caro Quintero se refugió en Costa Rica tras la muerte de Camarena y que fue detenido en suelo tico y extraditado, en un escándalo que tuvo incalculables efectos en la imagen internacional de nuestro país y despertó señalamientos y cuestionamientos sobre la posible participación de autoridades locales en el asunto.
Sin embargo, Narcos: México es una relato dramático por encima de documental y los guionistas y productores se toman amplias libertades creativas para reconstruir los hechos. Tras ver ya la temporada completa, estas son algunas de las inconsistencias más notables, así como otros rasgos dignos de mención. Advertencia de rigor: en adelante encontrará amplitud de detalles y revelaciones de los 10 episodios de Narcos: México, así que proceda bajo su propio riesgo (aunque no debería ser válido reclamar por la revelación de un spoiler cuando está basado en un dato histórico; eso se llama no haber hecho la tarea).
– ¿Es Narcos: México una precuela de Narcos?
Sí y no. Narcos fue lanzada en el 2015 y a lo largo de tres temporadas abordó el ascenso y caída de los colombianos carteles de Medellín y Cali, cerrando su línea temporal a mediados de la década de los 90. Narcos: México es una serie independiente (de hecho en Netflix ambas producciones están separadas), y que se puede entender sin necesidad de haber visto previamente Narcos.
La nueva serie se devuelve en el tiempo a inicios de la década de los 80, período de formación y consolidación del Cartel de Guadalajara. Esto hace posible que su narrativa se cruce con la de las primeras temporadas de Narcos, previo a la muerte de Escobar y al arresto de los capos de Cali (y que se den cameos con algunos de los principales personajes de la serie original).
De hecho, el asesinato de Camarena ya había sido mencionado en la primera temporada de Narcos, cuando el agente Peña (Pedro Pascal) le dice a su compañero que nadie en Colombia atentará contra un oficial de la DEA pues Kiki era el mártir que había muerto por todos ellos. Además, la muerte de Camarena vuelve a abordarse al cierre de la tercera temporada, previo a que Peña se retire de la DEA.
Adicionalmente, y a modo de preámbulo, el personaje de Amado Carrilo Fuentes (José María Yazpik) fue introducido en la tercera temporada de Narcos, como parte de los tratos entre los colombianos de Cali y sus socios mexicanos.
- ¿Quién es quién?
Narcos: México centra la historia en dos antagonistas: el agente antidrogas estadounidense Enrique ‘Kiki’ Camarena (Michael Peña), y el narcotraficante mexicano Miguel Ángel Félix Gallardo (Diego Luna).
Félix Gallardo, apodado El Padrino, era un expolicía de Sinaloa que logró coordinar a los carteles criminales o plazas que competían desde distintas ciudades mexicanas bajo una misma organización: el Cartel de Guadalajara. Junto a sus socios Ernesto Don Neto Fonseca Carrillo (Joaquín Cosío) y Rafael Caro Quintero (Tenoch Huerta), consolidó la producción y el trasiego de marihuana de México a Estados Unidos y posteriormente ofreció sus rutas a los carteles colombianos para el tráfico de cocaína hacia Norteamérica.
Camarena –de origen mexicano– se unió a la DEA en 1977 y en 1981 fue asignado a la oficina de Guadalajara. Ahí logró infiltrarse en el mundillo criminal de la ciudad y sus investigaciones condujeron el 9 de noviembre de 1984 a la destrucción por parte del ejército mexicano de Rancho Búfalo, una descomunal plantación de marihuana de 1000 hectáreas, desarrollada por Caro Quintero.
En represalia, Gallardo y Caro Quintero ordenaron la captura de Camarena. Tras su secuestro, el 7 de febrero de 1985, el agente fue brutalmente torturado previo a su asesinato, ocurrido un día después. La misma suerte corrió Alfredo Zavala, el piloto mexicano que ayudó a Camarena a dar con la plantación. Sus cuerpos fueron descubiertos el 5 de marzo de ese año.
Otros reconocidos capos mexicanos que tienen un rol secundario en la primera temporada de Narcos: México son Amado Carrilo Fuentes (José María Yazpik), futuro líder del Cartel de Juárez y quien luego sería conocido como El Señor de los Cielos, y un joven Joaquín El Chapo Guzmán (Alejandro Edda), quien llegaría a convertirse en uno de los criminales más perseguidos y temidos del mundo al frente del Cartel de Sinaloa. También están presentes los hermanos Benjamín y Ramón Arellano Félix (Alfonso Dosal y Manuel Masalva, respectivamente), del Cartel de Tijuana; Pablo Acosta (Gerardo Taracena), líder de Juárez y mentor de Carrillo Fuentes; y Juan José Esparragoza El Azul (Fermín Martínez), un policía corrupto que sería parte de la dirigencia de Juárez.
Narcos México: Cast AnnouncementEl camino de todos los males.
Posted by Narcos on Wednesday, July 18, 2018
-¿Qué ha sido de los narcos en la vida real?
La mayoría de los principales criminales representados en Narcos: México continúan con vida. Los fallecidos son Pablo Acosta, quien murió en un enfrentamiento a tiros con la policía en 1987; Amado Carrillo, muerto en 1997 debido a complicaciones durante una cirugía estética para modificar su aspecto (los dos médicos que lo operaron luego serían torturados y asesinados), y Ramón Arellano Félix, abatido en el 2002 en un intercambio de balazos con un policía, quien lo había detenido por una infracción de tránsito y desconocía la identidad del conductor.
Miguel Ángel Félix Gallardo, fue detenido en abril de 1989 y desde entonces guarda prisión en México. Don Neto fue arrestado en abril de 1985 y condenado a prisión, aunque desde el 2016 está en arresto domiciliario por su avanzada edad; mientras que Benjamín Arellano Félix fue detenido en el 2002 y extraditado a Estados Unidos, donde hoy está encarcelado al igual que sus hermanos Eduardo y Francisco Javier (su otro hermano, Francisco Rafael, también fue detenido y extraditado a Estados Unidos en el 2006, pero tras ser liberado en el 2008 y volver a México fue asesinado en el 2013, en medio de su fiesta de cumpleaños, por un sicario vestido de payaso).
En cuanto a El Azul y Caro Quintero, sus casos tienen extrañas similitudes: ambos capos fueron detenidos por las autoridades mexicanas (Caro en 1985, tras su extradición desde Costa Rica, y El Azul en 1986). El Azul cumplió su sentencia en 1993 y Caro fue liberado en circunstancias poco claras en el 2013, y ambos desaparecieron del ojo público, aun con sendas recompensas de parte del gobierno estadounidense para su recaptura. Los dos se encuentran fugitivos.
Félix Gallardo, Don Neto, Caro Quintero y El Azul siempre negaron cualquier responsabilidad en el asesinato de Camarena.
Hechos vs ficción
Con propósitos narrativos, los guionistas de Narcos: México alteraron con amplias libertades la línea del tiempo de los acontecimientos. Así, por ejemplo, el trabajo de Camarena en Guadalajara parece limitarse a unos cuantos meses, cuando en realidad el agente estadounidense dedicó más de tres años al estudio de las organizaciones criminales de la ciudad.
La serie también sugiere que Félix Gallardo estuvo en desacuerdo con el secuestro de Camarena, y que la movida fue impulsada por los políticos asociados con el cartel. Sin embargo, las autoridades lograron establecer que tanto Félix como Caro Quintero fueron quienes autorizaron raptar al agente estadounidense en represalia por la destrucción del Rancho Búfalo.
Donde más se evidencia la ruptura con la línea temporal es a partir del secuestro de Camarena. En la serie se da a entender que entre la desaparición del agente y el hallazgo de su cadáver pasaron pocos días, y que en medio del frenético operativo de búsqueda de la DEA y las autoridades mexicanas se dio la huída de Caro Quintero a Costa Rica y su posterior captura. Nada fue así.
Esta es la línea del tiempo del caso:
9 de noviembre de 1984: Destrucción de la plantación de marihuana Rancho Búfalo.
30 de enero de 1985: Asesinato de los estadounidenses John Clay Walker y Albert Radelat, en un restaurante de Guadalajara. Walker era un periodista radicado en la ciudad mexicana y Radelat un estudiante de odontología que coincidieron por accidente con Caro Quintero y sus guardaespaldas en un restaurante; los narcos, creyendo que los estadounidenses eran agentes encubiertos, los capturaron y torturaron con picahielos en un cuarto del local. Walker murió en el sitio pero al parecer Radelat aún estaba vivo cuando los enterraron en un parque en las afueras de Guadalajara. Sus cuerpos fueron encontrados seis meses después.
El asesinato de los dos amigos es recreado con gran apego a los detalles en Narcos: México.
7 de febrero de 1985: Camarena es secuestrado por policías corruptos en las afueras del consulado estadounidense en Guadalajara (no en un bar, como muestra la serie), y torturado por alrededor de 30 horas.
9 de febrero: Fecha estimada de la muerte de Camarena y el piloto Alfredo Zavala.
5 de marzo: Hallazgo de los cuerpos de Camarena y Zavala.
17 de marzo: Caro Quintero huye de México (con complicidad de las autoridades de su país) y llega a Costa Rica.
4 de abril: Caro es detenido por la policía costarricense en Alajuela.
5 de abril: Caro es deportado hacia México.
Tampoco es cierto que fuese Miguel Ángel Félix Gallardo quien delató el paradero de Caro Quintero en Costa Rica, como sugiere la serie, para librarse él de la presión generada por la desaparición de Camarena. Por el contrario, la policía dio con el capo tras interceptar una llamada hecha desde suelo tico por Sara Cosío.
Ella era una adolescente mexicana perteneciente a una familia adinerada y vinculada al poder político, objeto de la obsesión de Caro Quintero. Sobrina del presidente del PRI en Ciudad de México e hija del secretario de Educación de Guadalajara, Cosío fue la amante de Caro, quien llegó a raptarla en dos ocasiones, primero en noviembre de 1984, y luego el 7 de marzo de 1985. Ella es parte del grupo que acompaña a Caro Quintero a Costa Rica, aunque nunca se logró clarificar si lo hizo por su propia voluntad o bajo amenaza.
En Narcos: México, Sara Cosío es la inspiración del personaje Sofía Conesa (Tessa Ia), cuya historia es idéntica a la de Cosío.
Fue tras hacer una llamada a su madre en Guadalajara el 2 de abril que la policía mexicana ubica a Cosío en Costa Rica. El 3 de abril desde México se da la alerta a las autoridades ticas de que una joven secuestrada estaría en suelo nacional y al día siguiente se da el operativo para rescatarla, sin que al día de hoy exista claridad de si la policía nuestra estaba enterada de que Caro Quintero podría estar en la misma casa que Cosío.
Las playas de Alajuela
La imagen paradisiaca que proyecta Costa Rica al mundo provoca que nuestro país siempre sea asociado con playas. Hollywood lo sabe y por eso cada vez que necesita situar una de sus historias en suelo tico, el espectador se deleita a la vista de enormes palmeras y olas reventando en la arena, aún cuando en la escena se asegure que estamos viendo ‘San José’. Que bien lo diga Steven Spielberg y su versión de nuestra capital a lo Puerto Viejo en Jurassic Park.
En vista de lo anterior, no es ninguna sorpresa que en Narcos: México se muestre a Caro Quintero dándose la gran vida en su mansión en alguna playa costarricense, y que fuera ahí donde lo detuvieron el 4 de abril de 1985. La verdad es que Caro nunca tuvo una casa de playa en el país pero sí cuatro viviendas: una en San José de la Montaña, otra en Bello Horizonte de Escazú, una tercera en Coronado (hoy sede del Comité Olímpico Nacional), y otra en San Rafael de Alajuela, donde fue aprehendido.
La quinta de Caro en Alajuela –invadida desde hace años por precaristas– más allá de sus lujos, le daba al mexicano un acceso rápido al aeropuerto Juan Santamaría, lo que sin duda era de vital importancia para el fugitivo.
Narcos: México es la segunda serie estadounidense en representar de modo erróneo la ubicación de la casa de Caro Quintero en nuestro país, al ubicarla en la playa y no en el Valle Central. Lo mismo sucedió en Drug Wars: The Camarena Story, una miniserie de la cadena NBC de 1991 que en su momento fue transmitida en nuestro país (con gran fanfarria, valer decir) por Canal 7. Aquella producción –en la que Benicio del Toro interpretaba a Caro Quintero– también dio a entender que el narcotraficante vivía en una zona costera y que ahí fue detenido.
Los boinas verdes ticos
El operativo para detener a Caro Quintero en Costa Rica también es totalmente ficticio en Narcos: México. En el noveno episodio de la serie se muestra como las autoridades mexicanas arriban a un aeropuerto de apariencia rural (como sería el de Pérez Zeledón, por ejemplo, cuando lo cierto es que llegaron al Juan Santamaría) y se encuentran con algún ‘capitán’ local al mando de un comando de ¿soldados? con uniforme de fatiga, listos para tomar por asalto el refugio del narcotraficante.
Según la serie, los militares nacionales se aproximan con armas de guerra provistas de silenciadores a la mansión de la playa y matan con audacia y sigilo a los guardaespaldas de Caro Quintero. Todos los que hemos visto al OIJ arrancar portones de madrugada en las tomas de las noticias podemos debatir dicha escena.
En realidad, si bien en el operativo en la casa de Alajuela sí hubo intercambio de disparos entre la policía y algunos acompañantes de Caro, nadie resultó herido, y menos muerto. La operación inició a las 5:45 a. m. del 4 de abril de 1985, no tardó más de 15 minutos y en ella tomaron parte agentes del OIJ, la DIS y la Fuerza Pública. Luego se harían evidentes las tensiones entre los distintos cuerpos policiales participantes.
Caro Quintero fue identificado en el lugar por Sara Cosío. Meses después, las indagaciones de la comisión investigadora de la Asamblea Legislativa revelarían que muchas de las autoridades costarricenses de entonces desconocían quién era el capo y por qué se le buscaba internacionalmente.
Tampoco es cierto lo que muestra la serie, en el sentido de Caro fue torturado por los mexicanos en Costa Rica para revelar el paradero de Camarena (ya sabemos que Caro huyó de México hasta después del hallazgo del cadáver del agente de la DEA). La realidad no puede ser más distinta: Caro y su séquito fueron detenidos y pasaron varias horas sin que las autoridades ticas los interrogaran. A las 9 a. m. (más de tres horas después del operativo), los mexicanos fueron entregados por el Ministerio de Seguridad al OIJ, y no fue sino hasta las 6 p. m. que se confirmó la identidad de Caro Quintero por parte de México.
El 5 de abril, Sara Cosío fue trasladada a la embajada mexicana en San José, y Caro Quintero y sus acompañantes fueron deportados a las 3 p. m. hacia México. A ninguno se le interrogó por los delitos que pudieron cometer en suelo tico (que fueron muchos), y la custodia de las evidencias fue seriamente cuestionada, pues algunas quedaron en poder de la DEA, otras en la Fiscalía y un tanto más en el OIJ.
La llegada, permanencia y extradición de Caro Quintero estuvieron marcadas por las dudas y sospechas hacia distintas autoridades locales. Al día de hoy se cree que hubo importantes actores políticos costarricenses involucrados en la protección del capo mexicano y que su expedita expulsión tras su detención se debió a un interés por no exponer sus vínculos en el país.
Pero nada de esto es abordado en Narcos: México, donde las escenas en Costa Rica no toman más que unos 10 minutos del noveno episodio.
¿Qué viene?
Al cierre del décimo episodio, Miguel Ángel Félix Gallardo sigue en libertad y vuelve a asumir el control del Cartel de Gudalajara, ya sin Caro Quintero y Don Neto, quienes han sido detenidos. Esto hace ver que en la eventual segunda temporada de Narcos: México (Netflix aún no ha confirmado la continuidad de la serie), la historia abordará los años finales de libertad de Félix Gallardo, así como la ruptura de su organización y el establecimiento de los carteles de Juárez, Tijuana y Sinaloa, así como de otras organizaciones como Los Zetas, y el recrudecimiento de la guerra contra las drogas, a partir de la llegada de Felipe Calderón a la presidencia de México.
También es probable que en una segunda temporada, a medida que el personaje de Félix Gallardo disminuya su participación, el foco de la trama pasen a ser Amado Carrillo Fuentes y El Chapo Guzmán. Aún está por verse quien será su adversario estadounidense, tras la muerte de Camarena.