Cuando comencé a ver Seven Seconds, serie original de Netflix que está disponible desde finales de febrero, pensé que sería una producción de ciencia ficción o suspenso. Verán, no me gusta ver los tráilers para evitar, según yo, estar contaminado con imágenes preconcebidas que puedo crear en mi mente. Prefiero empezar una serie, como dicen por ahí, con ojos vírgenes.
Lograrlo en estos tiempos de redes sociales, publicaciones y spoilers es muy difícil, pero por alguna extraña razón, Seven Seconds siempre mantuvo un bajo perfil.
Comencé a verla pensando que era una serie completamente diferente: el hecho de que se llame Seven Seconds hizo que mi inconsciente la relacionara con cintas de ciencia ficción como 12 Monkeys o Seven –curiosamente ambas películas de 1995– que fueron exitazos de taquilla y estoy seguro están en el inconsciente de muchos jóvenes adultos que nos enganchamos con este tipo de cintas en la década de los 90.
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Para quienes leen estas líneas y saben de qué se trata esta serie, podrán imaginar la sorpresa que me llevé cuando vi el primer capítulo: de ciencia ficción no tiene nada, porque la desgarradora imagen del racismo, corrupción, homofobia y xenofobia que refleja es una cachetada de realidad que me mantuvo al frente del televisor por sus 10 capítulos.
De suspenso sí tiene mucho, pero ese que nos hace añicos el corazón y nos muestra el lado más grotesco del ser humano.
Heroínas en decadencia
Esta serie me gustó desde que comenzó: nos ubica como espectadores de una realidad de la que, supuestamente, sabemos todas las verdades. Al parecer no nos oculta nada, y desde los primeros minutos somos testigos omnipresentes del hecho desencadenador de toda la trama: un policía blanco atropella accidentalmente a un niño afroamericano en bicicleta.
El niño es abandonado por más de 12 horas entre la nieve teñida de rojo por la sangre, en pleno Liberty State Park, en Nueva Jersey, una imagen que pone en jaque los “grandes valores estadounidenses” con su cruda realidad de discriminación racial y violencia.
Lo que ese policía decida va a desencadenar una serie de conflictos legales y morales que ponen en evidencia las tensiones raciales que vive Estados Unidos y deja entrever lo vulnerables que somos los seres humanos en momentos críticos que afectan a nuestro seres queridos.
¡Tranquilos! Esto que les acabo de contar no es ningún spoiler y ocurre en los primeros minutos de la serie; desde ese momento somos testigos en frío de lo que ocurre. A partir de ahí, lo peor y lo mejor de la raza humana empieza a brotar de cada uno de los personajes, con todos sus miedos, frustraciones y pecados.
¡Grandes actuaciones!
La columna vertebral de esta serie son sus dos protagonistas: Clare-Hope Ashite, como la fiscal K.J. Harper, y Regina King, como Latrice Butler, la madre de Brenton Butler, el pequeño que sufre el accidente, incidente que desencadena todo el drama dentro de la serie.
La actuación de ambas es admirable y la manera en que interpretan a sus personajes es excepcional. Empecemos con el personaje de K.J. Harper, una fiscal de raza negra, proveniente de una familia muy adinerada.
Su vida personal es caótica: la presión por lograr el éxito de su padre (un famoso juez neoyorkino) la lleva a refugiarse en bares de karaoke y en los famosos y populares gin and tonic.
Es amante de su jefe y su trabajo no le importa. Todo cambia cuando llega a sus manos el caso de Brenton Butler: la obligará a enfrentar los demonios de su pasado y al sistema judicial para el que trabaja.
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Del otro lado tenemos a Latrice Butler, la madre negra, de clase media que junto a su esposo trabaja día y noche para darle una vida digna a su hijo, con tal de mantenerlo alejado de las pandillas y los criminales. Su refugio siempre ha sido la Iglesia hasta que el accidente de su hijo la enfrenta a una realidad que nunca quiso admitir: los conflictos raciales con EE. UU.
Cabe destacar el trabajo de Regina King, doblemente ganadora del Emmy y quien este año está nominada por esta implacable actuación. Su desgarradora interpretación de Latrice nos lleva a un duro y despiadado viaje emocional y nos enfrenta al brutal dolor de una madre que ve cómo su hijo se convierte en un número más de las estadísticas de afroamericanos asesinados en manos de la policía.
Pero eso no será todo: la muerte de su hijo revelará muchas otras dolorosas verdades de la sociedad estadounidense y que, si se anima a verla, también son un reflejo de la homofobia y xenofobia que vive hoy Costa Rica.
¿Y por qué se llama Seven Seconds? Eso lo tendrán que descubrir hasta el final. Si les gusta la televisión de calidad, esta serie tiene que estar dentro de su programación. ¡No se la pierdan!
Nota aclaratoria: Medios estadounidenses informaron de que la serie Seven Seconds había sido cancelada. La decisión de Netflix fue muy criticada por quienes aseguran que esto es otra señal de lo poco que le importa a las grandes productoras de ese país mostrar la realidad de la comunidad afroamericana.
A pesar de esta lamentable noticia, esa decisión no afecta la serie porque la producción estaba construida para mostrar casos judiciales completos en cada temporada. Es decir, la historia tiene su final.
Ficha técnica
- EE. UU., 2018
- Creadora: Veena Sud
- Elenco: Regina King, Clare-Hope Ashitey, Michael Mosley, David Lyons, Beau Knapp
- Temporada: 1 (10 episodios)
- Duración por episodio: 54–80 minutos
- Plataforma: Netflix