A Wilberth Delgado pocos le llaman por su nombre de pila, lo más común es que le digan Naín, sobrenombre que adquirió gracias a su interpretación del chiquillo inteligente que se dio a conocer en la serie La Pulpería, transmitida por casi 18 años en Trece Costa Rica Televisión (canal 13), misma que fue sacada del aire en julio del 2016.
Aunque el popular programa que rescataba las tradiciones costarricenses fue suspendido, Wilberth Delgado continuó trabajando en el canal estatal en diferentes producciones, siempre enfocadas en el rescate de las costumbres ticas, entre ellas Los cuadernos de Naín, cápsulas en las que Delgado, historiador de profesión, hablaba de algún acontecimiento histórico.
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Amante de preservar y dar a conocer lo nuestro, Wilberth Delago decidió acogerse a su pensión y trabajó hasta el 10 de agosto. Él pudo gozar de su jubilación desde hacía cinco años, sin embargo, su pasión por el oficio lo hizo postergarlo. Una situación de fuerza mayor provocó que el conocido Naín se apartara del trabajo: su madre doña Eliza Dolores Solís, de 84 años, está delicada de salud y él quiere cuidarla.
Con su cordialidad habitual, Delgado contó que antes de tomar esta decisión procuró mentalizarse y hasta pensó en cómo vivir el duelo que le causaría dejar la labor que realizó por 39 años, en la que por mucho tiempo se le permitió plasmar sus ideas, siempre en pro de destacar la importancia del pueblo.
“Sinart (Sistema Nacional de Radio y Televisión) fue una institución en la que si se me metía algo en la jupa lo comunicaba al jefe de inmediato. Recuerdo los años en los que estaba don Óscar Aguilar Bulgarelli, quien era director, él me apoyó mucho en mis proyectos (…) Ahora las cosas se burocratizan más. De mis 39 años en Sinart nunca los vi como trabajo. Llegaba la quincena y yo decía que qué lindo que me pagaran por hacer lo que amo”, aseveró Delgado, quien es vecino de San Antonio de Escazú.
A una semana de dejar su trabajo, Naín disfruta de la compañía de sus familiares y de la tranquilidad que se respira en su casa, ubicada en un rincón escazuceño, sitio en el que se empapó de las tradiciones costarricenses. En el ajetreo diario y mientras vela por la salud de su mamá, el actor siente un dejo de nostalgia al pensar que en estos días estaría planificando las producciones especiales relacionadas con aniversarios de acontecimientos específicos.
“A veces pienso que si irán a hacer esas notas o cápsulas. Pienso que todavía tengo las cualidades, que me pude haber quedado más, pero entiendo que algún día tenía que pensionarme. Estoy aprovechando para sacar citas de mamá y recoger medicamentos. Ahorita pido a Dios que mi mamá mejore. Al recuperarse ella se recupera uno y la familia”, contó.
Naín es sencillo y vital. Dice sentirse con toda la fortaleza para seguir desarrollando proyectos y colaborando con lo que le soliciten a nivel cultural en Trece Costa Rica Televisión o cualquier otra televisora.
“Con doña Lorna (Chacón, quien es presidenta ejectutiva del Sinart) compartí un mes antes de irme. Si ella tiene algún proyecto en el cual se me tome en cuenta yo estaré gustoso de participar. Tengo entendido que si la Caravana navideña se retoma, yo estaré incluído en la parte de animación. Este año se haría por siete días, uno en cada provincia. Me parece buena idea porque es tomar en cuenta los pueblos y comunidades”, afirmó.
Por ahora Wilberth Delgado, trabaja, junto con Óscar Aguilar, en un libro que contará la historia de la radio de Costa Rica.
Añoranza
Wilberth Delgado empezó a actuar siendo muy niño. Tenía apenas nueve años. Su primera aparición fue en la serie El barbero de la Villa. Él también ha estado en teatro en obras como La prudencia. Mas sin duda, el trabajo actoral más significativo para él fue el que hizo en La Pulpería, programa que lamenta hayan sacado del aire.
“Cuando el Sinart se politizó, el que llegaba imponía su criterio, recuerdo uno de los últimos seminarios que recibí se decía que canal 13 y Radio Nacional tenían que poner al pueblo de protagonista. En Sinart eso no se está tomando en cuenta. La Pulpería había que renovarla, no quitarla. Eso no era rentable según ellos. Para mi concepto canal 13 no es para competir (con otros canales) porque es un canal cultural y no uno comercial. Sinart ahora tiene una programación enlatada y eso me duele mucho. Yo viví los mejores años de canal 13. En febrero del 79 entré a El barbero de la Villa, esa serie terminó en el 87 y se hacían dos programas por semana. En ese espacio se reflejaba la comunidad y el pueblo. La gente me ve en la calle y me pregunta por La Pulpería, ese programa está en la mente del costarricense (...)”, lamentó.
Una misión
Naín nació con un propósito: Wilberth quiso dar a conocer el valor de los campesinos. “Me molesta quienes tratan de hacer humor haciendo ver que el campesino no conoce nada. No hay ser más culto que el campesino nuestro: nos habla de tradiciones, de historia, tiene conocimiento. Siempre hay que resaltar el valor de campesino. Es inteligente. Eso es lo que a mí me encantó. Cuando yo hacía Los cuadernos de Naín era él contando un hecho histórico”, comentó.
Hablando de Los cuadernos de Naín, el actor dice que la dirección del noticiero Trece Costa Rica Televisión le consultó acerca de las posibilidades de seguir presentando ese microprograma. Él dice que estaría encantado.
Wilberth Delgado es un asiduo de la historia y de la lectura. Aunque no tuvo familia propia, siempre ha pregonado el amor que siente por sus hermanos y sobrinos.