E  ste reportaje se apoyó primordialmente en el análisis de una base de datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).

La base se denomina Registro individual de decomisos de drogas. En ella, distintos países del mundo le reportan a este ente el origen, cantidad y destino de decomisos en su territorio, así como el medio de transporte y lugar donde se escondía. Las incautaciones deben de ser iguales o superiores a los 100 gramos.

“Los datos sobre confiscaciones individuales de droga de la UNODC son una buena herramienta de análisis, pero deben usarse con precaución porque, no necesariamente ofrecen el panorama completo de las cantidades de drogas incautadas o traficadas globalmente”, dijo a La Nación Andrea Oterová, de la Unidad de Desarrollo y Difusión de Datos de esa dependencia.

Con esa precaución, este medio utilizó ese registro. Para acercarlo más a la realidad de los decomisos de cocaína que salieron desde Costa Rica, la base de la UNODC se complementó con reportes de prensa sobre confiscaciones en Europa, Estados Unidos y el resto de América.

Además, se incluyeron cifras del Ministerio de Seguridad y encontradas en sentencias judiciales a traficantes que se dedicaron a trasegar en el exterior. Eso permitió crear una base de datos con 555 decomisos ocurridos entre el 2 de enero de 2010 y el 20 de abril de 2017.

Para el reportaje gráfico de la tercera parte de este especial: “Rutas y maniobras de los traficantes de coca” se usó tanto la base de datos de Registro individual de decomisos de drogas como otra de la ONUDC, llamada Decomisos anuales de droga. Esta es general e incluye solo el detalle de las cifras globales de decomisos anuales hechos por cada país dentro de su territorio.

Usted puede descargar ambas bases aquí: