Fotos: Gabriela Tellez
Alrededor de las 8 de la mañana del martes 24 de mayo, un helicóptero de la Fuerza Pública aterriza en la Plaza de San Antonio de isla Chira, en el Golfo de Nicoya. En él viene la trabajadora social Laura Guerrero, como parte de un programa de atención integral de la CCSS y del Hospital Nacional de Niños.
Los niños de la escuela y kínder de la localidad salen a recibir la nave con curiosidad y entusiasmo.
La misión de Laura es visitar al niño Deyner Dareth Jiménez Pérez, de 1 año y dos meses, porque sufre epidermólisis bullosa, una enfermedad que le provoca dolorosas ampollas en su piel. El calor de la zona agudiza los síntomas.
Laura debe observar el ambiente donde se desarrolla la vida de los pacientes en condiciones especiales como Deyner, para conocer las amenazas del entorno y crear una red de apoyo para mejorar la calidad de vida de esta población. Por eso conversa con José y Karla, padre y madre del niño.
José es pescador, un oficio difícil en tiempos de veda. Le cuenta a Laura todo lo que les ha costado darle al niño los cuidados que necesita por la falta de empleo y el alto costo de traslado para citas médicas. Por eso están organizando un torneo femenino de fútbol con las islas vecinas para el 2 de julio, para que Deyner no pierda su cita de control en San José. Laura les recuerda, sin embargo, que toda la familia puede contar con el beneficio de alojarse en un albergue cercano al hospital de Niños.