El manejo razonable de las listas de espera
María Eugenia Villalta, Gerenta médica, CCSS
La atención oportuna y de calidad para la población es uno de los retos que históricamente ha enfrentado la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Este tema es de permanente preocupación para la Junta Directiva de la CCSS, la cual ha girado instrucciones precisas para abordarlo desde diferentes aristas.
La lista de espera es un síntoma de un problema estructural acumulado a través de los años. Aunque estamos claros que no existe un sistema de salud público que no las tenga, los plazos deben ser razonables y deben priorizarse los casos urgentes.
Son muchos los factores que intervienen en la gestión de las listas de espera: el acceso a los servicios de salud, los determinantes médicos y de salud, los cambios demográficos y tecnológicos, los patrones de enfermedad y las expectativas de los pacientes, así como la capacidad instalada de la institución, tanto en recursos humanos y financieros como de infraestructura y equipamiento.
Sin duda lo más importante es el modelo de administración y gestión de estos recursos en busca de la eficiencia y la eficacia en la prestación de los servicios.
“La atención oportuna y de calidad para la población es uno de los retos que históricamente ha enfrentado la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS)”.
Atender lo inmediato.
A corto plazo, hemos tomado medidas que han impactado tanto el tamaño de la lista como la oportunidad en la atención.
Hemos abierto un fondo para que los directores de los hospitales y sus equipos presenten proyectos para el abordaje de las listas en una o varias especialidades. Hemos destinado recursos para que los hospitales desarrollen programas de cirugía vespertina, lo que permite tener trabajando los quirófanos después de las 4 de la tarde.
Estamos impulsado acciones adicionales como: fortalecimiento del programa de cirugía ambulatoria, priorización en la atención de pacientes más antiguos, control de indicadores de gestión en busca de la optimización de la atención, derivación de cirugías a centros ambulatorios de menor complejidad (CAIS) y jornadas de producción, entre otros.
Desde la Gerencia Médica, trabajamos en la formación de equipos gestores de la lista de espera para el monitoreo y la evaluación permanente de los procesos, con definición de indicadores y manuales de consulta externa para la gestión de camas.
Se busca que los directores locales fomenten equipos de alto rendimiento en sala de operaciones con una articulación eficiente de todos los recursos hospitalarios, tales como los servicios de emergencias, hospitalización, consulta externa y diagnósticos, condición básica para optimización de las acciones.
“A mediano plazo, el expediente electrónico nos permitirá un registro actualizado y centralizado que facilite la toma de decisiones oportunas a los gestores de los niveles locales, en respuesta a las demandas de los usuarios”.
Mirada en el futuro.
El manejo de tiempos de espera razonables requiere de medidas orientadas a abordar el tema desde su génesis.
Por ello trabajamos en la actualización y fortalecimiento del Modelo de Prestación de Servicios de Salud, propuesta ya aprobada por la Junta Directiva de la CCSS.
Dentro de las acciones estratégicas designamos un grupo responsable de una adecuada organización de la prestación de servicios de salud, la definición de la intervención por nivel de atención y, por ende, la equidad en la distribución de los recursos, el aseguramiento del acceso y la continuidad de la atención para la población.
Es indispensable un primer nivel fortalecido, resolutivo, completo, inmerso en una red de servicios de salud autogestionándose y atendiendo las necesidades de la población. De este desarrollo depende en gran medida el éxito y la sostenibilidad del sistema de salud.
El segundo nivel de atención es parte fundamental de un sistema escalonado para la atención de problemas de mayor complejidad. Debe tener capacidad para encargarse de los problemas de salud que el primer nivel no puede resolver. Por ello, la propuesta es fortalecerlo con más equipos y personal especializado.
El tercer nivel, conformado por los hospitales nacionales, debe atender los problemas de salud complejos, que requieren intervenciones altamente especializadas y tecnología acorde.
Recurso humano.
Otro aspecto esencial es el recurso humano adecuado. Las universidades nacionales tienen el reto de graduar profesionales con una sólida formación en la atención integral de la salud, con un enfoque que vaya desde la promoción de la salud hasta la rehabilitación de las enfermedades, con perspectiva de los diferentes escenarios, incluidas las comunidades.
A mediano plazo, el expediente electrónico nos permitirá un registro actualizado y centralizado que facilite la toma de decisiones oportunas a los gestores de los niveles locales, en respuesta a las demandas de los usuarios. Finalmente, el usuario tiene una importante cuota de responsabilidad con su salud. La actividad física regular, el consumo de alimentos saludables y el no fumado constituyen prácticas esenciales que deben promoverse en el hogar y en los centros educativos.