18 de agosto de 2016

Hábiles maniobras políticas afianzaron a grupo cooperativo

Una serie de movimientos políticos, gestados principalmente desde el Partido Liberación Nacional (PLN), permitieron el nacimiento del Cenecoop R.L y su consolidación como una entidad privada que hoy maneja unos ¢1.500 millones de fondos públicos y tiene cinco empresas relacionadas.

La participación activa, por más de tres décadas, del dirigente cooperativo y liberacionista Rodolfo Navas Alvarado fue clave para que el Centro de Estudios y Capacitación Cooperativa (Cenecoop) dejara de ser una oficina pública, dedicada a la capacitación del sector cooperativo, para convertirse en un grupo empresarial dirigido por el mismo Navas.

El ingeniero agrónomo de 65 años no solo impulsó la privatización del Cenecoop, sino que además promovió la aprobación de leyes en favor de la cooperativa las cuales cimentaron las bases que, al día de hoy, le dan sustento económico.

Modificaciones presupuestarias aprobadas en los años 80, cuando Navas fue diputado por el PLN, permitieron al Cenecoop quedarse con terrenos, dineros de diversas fuentes y hasta autobuses.

Así lo comprobó una investigación de La Nación, luego de revisar centenares de actas del Cenecoop R.L. y de sus empresas, del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocoop) y de la Asamblea Legislativa.

La investigación de este diario permitió evidenciar que parte de los recursos que por ley deben girar las cooperativas al Cenecoop se han utilizado para fines distintos a la educación cooperativa. Además, la mayoría de los fondos carecen de supervisión estatal.

El primer movimiento político de Navas en favor del Cenecoop R.L., lo gestó desde la presidencia de la Junta Directiva del Instituto de Fomento Cooperativo (Infocoop) en 1981, cuando se acordó iniciar un proceso para trasladar el Cenecoop al movimiento cooperativo. El Centro, en ese entonces, funcionaba como una dependencia, dedicada a la educación, dentro del Instituto.

Del Infocoop, Navas pasó a la Asamblea Legislativa pues fue electo como diputado verdiblanco en el gobierno de Luis Alberto Monge (1982-1986). Desde este puesto, buscó una solución para concretar el plan de traslado del Centro de Capacitación, a pesar de que había oposición a lo interno del Infocoop, en la propia oficina pública del Cenecoop y en la Contraloría General de la República.

Fue así como este grupo, con participación activa de Navas y apoyo del Infocoop, formó una cooperativa privada con el mismo nombre de la entidad pública, solo que dándole la naturaleza jurídica de una entidad de responsabilidad limitada: Cenecoop R.L.

De público a privado. La ley 6839, promovida por el liberacionista, fue aprobada el 5 de diciembre de 1983, y cinco días después, el Cenecoop R.L. quedó inscrito oficialmente en el Ministerio de Trabajo. Esta legislación, además de donarle el Hotel del Sur, estableció la obligación para las cooperativas de pagar hasta un 2,5% de sus excedentes al Centro, lo cual representa hasta la fecha su principal fuente de ingresos.

Las contribuciones parafiscales son parte de los excedentes generados al año por cada cooperativa, pero en lugar de repartirlos entre sus afiliados, deben girarlos al Cenecoop para educación y capacitación de los cooperativistas.

La función como diputado no fue obstáculo para que el 20 de julio de 1983, Navas asumiera la presidencia del Consejo de Administración del Cenecoop R.L. A partir de esa fecha ocupó diferentes puestos en dicho órgano y desde el 2014 es el gerente del Centro.

De esta forma mientras el cooperativista ocupaba una curul y era presidente de la nueva organización, el plenario legislativo continuó aprobando beneficios para el centro de capacitación privado.

Como legislador, Navas impulsó mociones en los presupuestos de 1985 y 1986, que otorgaban recursos al Cenecoop e incluso, un año después de dejar el Congreso, asistió a la discusión legislativa del presupuesto para abogar por más dinero para el sector cooperativo, según consta en actas legislativas consultadas por La Nación.

Los contactos políticos de Navas también le han servido para interceder a favor de las empresas relacionadas al Cenecoop. Un ejemplo de ello fue en el 2004, cuando el Banco Nacional de Pérez Zeledón le negó un préstamo al Consorcio Cooperativo Hotelero (CCH), el cual administra el Hotel del Sur.

Navas, quien para ese momento era secretario del Cenecoop y presidente del CCH, buscó ayuda de Jorge Eduardo Sánchez Sibaja, entonces diputado del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y este, a su vez, contactó al gerente del Banco Nacional, William Hayden. Luego de estas gestiones, se concretó una reunión con personeros del banco en San José y al día siguiente estaba notificada la aprobación de un crédito por ¢277 millones para el Consorcio. Esto consta en el acta del Consejo de Administración del Consorcio del 17 de agosto de 2004.

En el 2009, la Contraloría General de la República emitió un criterio según el cual el Cenecoop R.L. no podía cobrar los excedentes de las cooperativas, sino que esto debía hacerlo el Infocoop.

La decisión obligó al Cenecoop a impulsar la aprobación de un proyecto de ley presentado desde el 2008, el cual confirmaba la potestad de la cooperativa de recaudar esos fondos.

Rodolfo Navas acudió al expresidente Luis Alberto Monge para que otras fracciones legislativas, como el Partido Acción Ciudadana (PAC), respaldaran la iniciativa de ley.

“En el esfuerzo por conseguir una mayoría parlamentaria a favor del Cenecoop R.L., se han obtenido valiosas contribuciones. Se le agradece a don Luis Alberto Monge, porque ha logrado canalizar apoyo de corrientes políticas que han apoyado el proyecto, como es el caso del Partido Acción Ciudadana, que respalda el proyecto. De igual manera, se le agradece profundamente al señor Rodrigo Mora Alfaro (ex diputado 1982-1986) por su dedicación, su compromiso en defensa del Cenecoop R.L., y su participación activa al propiciar con el señor diputado del PAC, Manrique Oviedo, una sesión de trabajo con líderes cooperativistas”, expresó Navas en una Asamblea del Cenecoop del 2010.

A pesar del espaldarazo logrado hasta ese momento, el diputado del PUSC, José Roberto Rodríguez, había presentado una moción al proyecto, lo cual impedía que se aprobara. Navas volvió a mover las cartas políticas y se reunió con el socialcristiano para negociar.

Según dejan ver las actas, en esa cita se acordó que Rodríguez retiraría la moción a la iniciativa de ley y, a cambio, el Cenecoop R.L. dispondría de los servicios de la Universidad Fundepos para impulsar una propuesta del diputado que buscaba crear una universidad pedagógica nacional.

Lo pactado entre Navas y Rodríguez se aprobó en una sesión de la Junta Directiva del Cenecoop R.L.; al día siguiente, el diputado retiró la moción y se aprobó el proyecto.

Un nuevo movimiento. Si bien estas acciones políticas han dado frutos, el Cenecoop R.L. pretende ahora blindar su sostenimiento financiero mediante otra ley.

Doce diputados del PLN y tres de otras fracciones políticas presentaron, en diciembre pasado, un proyecto para fortalecer los mecanismos del centro para cobrar los excedentes de las cooperativas.

Aunque la ley lo exige, no todas lo cumplen. En entrevista con La Nación, Óscar Campos, miembro del Comité de Vigilancia del Cenecoop, detalló que solo cerca de 80 pagan. En el país hay cerca de 500 cooperativas activas.

Sin embargo, las cooperativas que sí acatan la regla le giraron al Cenecoop, el año pasado, ¢1.200 millones por excedentes.

Para garantizar que todas las cooperativas desembolsen el dinero al Cenecoop, el proyecto de ley propone exigirles estar al día con dicho pago antes de realizar cualquier trámite en instituciones públicas.

El plan se analiza en la Comisión Especial de Economía Social Solidaria, presidida por el diputado de Acción Ciudadana, Víctor Morales Zapata.

La posibilidad de hacer más estricto el cobro a las cooperativas del país llevó, una vez más, a Rodolfo Navas al Congreso. El 29 de junio los siete legisladores que integran la Comisión lo escucharon defender los logros de la entidad a la que se vinculan 34 años de su vida.

18 de agosto de 2016

Coopesantos le dio guerra a Cenecoop; luego se hizo su aliada

Convencida de que parte de sus excedentes anuales no tenían por qué ir a parar en las cuentas de otra empresa, la Cooperativa de Electrificación Rural de la zona de los Santos (Coopesantos R.L) mantuvo una larga disputa legal contra el Cenecoop R.L.

El litigio se originó en 1997, cuando Coopesantos suspendió los pagos para educación que debía hacer a Cenecoop R. L. por considerar que estaba politizado y no confiaban en cómo se administraban los recursos.

Esto provocó que Cenecoop los llevara a los tribunales. Una década después, la batalla llegó hasta la Sala Primera la cual falló a favor de la Cooperativa de Electrificación Rural.

En el voto 2007-00731, los magistrados concluyeron que el Cenecoop R.L., por ser una entidad privada, no tenía facultad para recaudar el 2,5% los excedentes de Coopesantos ni de ninguna otra cooperativa, destinados por ley para educación.

Los letrados despejaron así una duda vigente desde 1982, cuando el Cenecoop pasó de ser una oficina pública del Infocoop a una cooperativa de responsabilidad limitada. También anularon criterios emitidos hasta ese momento por la Procuraduría General de la República y del Tribunal Contencioso, respaldando el cobro y administración de los fondos por parte del Cenecoop R.L.

“Lo que dice la resolución nuestra es que hay un tema de reserva de ley y quien debe recaudar esos recursos es un ente público”, declaró el magistrado Luis Guillermo Rivas .

El triunfo de Coopesantos fue momentáneo. El entonces diputado liberacionista Óscar Núñez, presentó, en setiembre de 2008, un proyecto de ley para hacer una interpretación auténtica del artículo 80 de la ley de cooperativas y dejar claro que la intención del legislador siempre fue que Cenecoop R.L. cobrara y administrara los dineros cooperativos.

La ley se aprobó en abril del 2011, luego de que la Sala Constitucional descartara en la resolución N° 2011-01360, del 4 de febrero del 2011, la existencia de algún roce con la Constitución.

Ese nuevo escenario marcó también un giro en la disputa legal de Coopesantos.

Añadió que en la actualidad reciben servicios de capacitación. Por ejemplo, uno de sus funcionarios estudia en una universidad en Estados Unidos, gracias a un aporte del Cenecoop R.L., del propio Coopesantos y del mismo alumno.

De acuerdo con Calderón, Cenecoop R. L. rinde cuentas sobre el uso de esos recursos. No obstante, luego de tres años de ser afiliados, Calderón desconocía que esa entidad hasta junio de este año no contaba con un auditor interno. Tampoco sabe si se reparten excedentes y en qué proporción.