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    Institución afirma que en menos de tres décadas el régimen sería insostenible

    Caja lleva 8 años de posponer reformas claves en pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte

    Entidad planteará cambios en 2017, tras recibir estudio actuarial de la UCR

    Pago a jubilados pasó de ser 54% del gasto, en 2006, al 87% el año pasado

    Óscar Rodríguez A. oscar.rodriguez@nacion.com

    La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tiene ocho de años de posponer reformas claves en el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), pese a aceptar que el sistema será insostenible antes de tres décadas.

    Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja, reconoció el deterioro del principal régimen de pensiones del país, administrado por la entidad.

    Añadió que el aumento en el número de pensionados, el lento crecimiento del empleo formal y de los salarios impactan al IVM.

    La Superintendencia de Pensiones (Supén) alertó a la Caja de los problemas financieros del régimen, en el 2008, luego de contratar un estudio actuarial externo, a la empresa mexicana Nathal, para revisar el fondo de jubilaciones.

    En ese momento, la CCSS rechazó el informe por diferencias técnicas. Siete años después hizo lo mismo con el análisis hecho por el actuario Eduardo Melinsky que contrató en conjunto con la Supén.

    Tanto el estudio de Nathal como el de Melinsky proyectaron el agotamiento de las reserva del IVM, para pago de pensiones futuras, antes de 2042, año previsto como crítico por la Caja.

    “Es posible que tengamos un escenario de menos de tres décadas (de sostenibildad)”, aseguró Barrantes a La Nación.

    La última reforma de fondo al IVM fue en el 2005 cuando se aumentó el porcentaje de cotización, el número de cuotas y el cálculo de la pensión.

    La CCSS espera recibir a final de año un nuevo estudio independiente al IVM, contratado a la Universidad de Costa Rica (UCR) para iniciar el proceso de negociación de reforma al régimen durante el 2017.

    El diálogo se realizará entre trabajadores, patronos, Gobierno y la Caja.

    Precisamente, el futuro del principal régimen de pensiones del país es uno de los principales retos de la institución autónoma en el marco del 75 aniversario que se cumplirá en noviembre próximo.

    La Nación consultó a Álvaro Ramos, jerarca de la Supén, sobre el tema del IVM. Sin embargo, al cierre de edición no hubo respuestas.

    En mayo anterior, señaló que los cambios a aplicarse deben hacerse en un marco técnico.

    “En un sistema de pensión hay tres variables claves: cuánto aporta usted, a qué edad quiere pensionarse y cuánto quiere llevarse (...) el cambio de estas variables es la discusión que tendrá que empezar a darse pronto”, dijo Ramos.

    Édgar Robles, exsuperintendente de Pensiones, mencionó que el estudio de la UCR será el décimo hecho al régimen de pensiones desde el 2008.

    Sin embargo, desde entonces no se ha aplicado ningún cambio al régimen y cada año el deterioro del sistema es más evidente.

    El IVM es un sistema de pensión, obligatorio desde 1971, en el cual cotizan los trabajadores asalariados, independientes y voluntarios. Además de patronos (públicos y privados) y el Estado.

    La cotización mensual al fondo es del 8,5% el salario de cada trabajador. El patrono aporta 5,08%, el empleado el 2,84% y el Estado el 0,58%.

    El aporte se llevará al 10,5% en el 2030, según se acordó en la reforma del 2005. Al 31 de diciembre del 2015, el fondo de pensiones cerró con una reserva de ¢1,8 billones, según el estado financiero del régimen.

    Evolución. El deterioro del IVM está fundamentado, principalmente, en el rápido crecimiento de la cantidad de nuevos retirados. Al cierre del año pasado, el sistema cerró con 230.288 jubilados, es decir 18.000 más frente al 2014.

    Este rápido crecimiento generó que, en la última década, el pago de pensiones pasara de representar el 54% del gasto del IVM, en el 2006, al 87% en el 2015, según datos de la Caja.

    Barrantes explicó que la transformación demográfica del país también modificó la cantidad de trabajadores cotizantes y de jubilados.

    “Cuando el régimen se creó por cada 10 trabajadores activos había un pensionado. Hoy la relación es seis activos a un jubilado y para el 2050 será de tres a uno”, explicó el jerarca.

    La Junta Directiva de la CCSS aprobó en el 2015, como medidas de corto plazo para fortalecer el IVM, eliminar el adelanto de pensión y permitir invertir los recursos de la reserva en proyectos de obra pública y en el extranjero.